Capítulo 7

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Aunque Harry dice que está bien, su comportamiento dice lo contrario. Se siente ... apagado, casi, en los días posteriores a su decisión y Louis no tiene idea de qué hacer. Él no puede evitar la sensación de que esto es culpa de él todavía, es que es un poco, pero también no su culpa que Harry de ser un mártir y no quiera hacer nada al respecto.

Así que continúan, como siempre. Louis trata de mantener las cosas lo más alegres posible cuando son solo ellos dos, lo que parece ser mucho esta semana ya que tiene dos citas en el hospital y algo de tiempo extra con Claire programada.

Para cuando llega el viernes, Louis está exhausto y de muy mal humor. Había dormido mal y se había despertado con calambres en ambas piernas, y Harry todavía se comportaba de forma extraña, así que deliberadamente no le pide ayuda para aflojar los músculos a pesar de que no quiere nada más que un masaje. La enfermera se ha ido y él sabe que tiene trabajo que hacer, pero le dice a Harry que no quiere levantarse todavía.

—Dormí como la mierda y quiero volver a la cama—le informa, puntuado por un bostezo. Harry asiente y ayuda a levantarlo lo suficiente como para que pueda volver a subir sus bóxers, pero se queda callado.—Aquí, ¿pondrías mi teléfono debajo de la almohada para que pueda llamarte cuando realmente quiera levantarme?

—Sí —dice Harry suavemente, y levanta a Louis sin decir una palabra más, deslizándolo hacia la cama y cubriéndolo con las mantas.—Yo, um ... ¿quieres dormir boca arriba?

Louis parpadea.—¿Crees ... crees que podría?

Harry se encoge de hombros.—Bueno, quiero decir que no tienes tubos que estorben. Vale la pena intentarlo, ¿no?

Louis asiente contra la almohada y se retuerce un poco, tratando de ponerse cómodo. Esta posición se siente extraña ahora y cuanto más se retuerce, más tensas comienzan a sentirse sus articulaciones y termina con espasmos, duros.

—Jesucristo.

—¿Estás bien?—Harry pregunta en voz baja. Envuelve una mano alrededor de la muñeca de Louis.—Mierda, Lou, estás herido.

—Lo sé—dice Louis con vehemencia, con más mordacidad de la que pretendía. Está tan incómodo.—Dormí tan mal.

Harry suspira.—Bebé, ¿por qué no lo dijiste?

Louis intenta encogerse de hombros pero acaba provocando otro espasmo, y sisea.—Maldito infierno.

—Date la vuelta para mí—dice Harry en voz baja después de haberlo hecho, poniendo una mano gentil en la cadera de Louis.—Déjame trabajar un poco en tus hombros, vamos.

Louis hace lo que le dicen. Cuando está de espaldas correctamente y ya no puede ver la cara de Harry, murmura: 

—Y mis piernas, por favor.

—Sí—murmura Harry.—Si seguro.

Sin decir una palabra más entre ellos, Harry usa movimientos hábiles y bien practicados para comenzar a trabajar las horribles contracturas de los hombros y la espalda de Louis. Hace una pausa cada vez que el cuerpo cansado de Louis comienza a sufrir espasmos, dejándolo aguantar como Claire le dijo, pero gradualmente se vuelven menos frecuentes y menos intensos, lo cual es un alivio.

—Gracias—Louis casi susurra. Los dedos de Harry se ralentizan pero no se detienen, y Louis siente que la cama se hunde mientras su novio se desliza sobre el colchón antes de presionar un beso prolongado en la parte posterior de la cabeza de Louis.

—Louis.

Louis gime suavemente.—¿Si bebe?

—¿Estás bien?

Hasta nuestros pies descalzos.L.S.(traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora