El corazón de Jeon Jungkook

Capítulo 14

JIMIN POV

Jungkook, había salido de la habitación para comprarme comida, la verdad no quería reconocerlo, pero en estos momentos tenía miedo de estar solo y que llegaran esos vampiros a los que había aprendido a temer, desde que Joo Won me contó todas las historias de su tiempo con ellos.

Salté a la ducha con premura y dejé que el agua tibia ayudara a relajar mis músculos... como necesitaba a Hobi en estos momentos, cuando Jungkook no estaba cerca, Hobi era el único que me podía hacer sentir completamente seguro. No sabía si era por su don o por el hecho de saber que era un gran guerrero, su cuerpo estaba cubierto por cicatrices que mostraban que cientos o tal vez miles de vampiros habían fracasado en su intento de medirse con él.

Lavé mis cabellos, por suerte Jungkook había comprado mis artículos de higiene personal en el aeropuerto, oler el característico aroma de mi shampoo me hacía sentir más tranquilo, más normal, como si cuando abriera la puerta del baño toda mi familia estaría reunida esperándome.

Envolví mi cintura en la toalla del hotel, debo decir que parecía más una toalla de mano que otra cosa. Me giré para tomar mis ropas.

—Maldición! —murmuré en voz alta, se me había olvidado meter las ropas con las que cambiarme cuando me metí al baño. Sólo esperaba que Jungkook no hubiera regresado aun, sería muy vergonzoso que me viera tan ligero de ropa, la última vez que el me vio desnudo creo que tenía unos nueve años y fue porque el tonto de Nam dejo una araña de mentira en mi bañera y salí gritando del baño lanzándome sobre un muy pasmado Jungkook. Creo que ese fue uno de los peores días de mi vida. Namjoon se río tanto sujetándose de la columna del porche que la había derribado.

Abrí con cuidado la puerta del baño esperando que no hubiera señales de que Jungkook hubiera regresado, así que me apresuré a buscar mi ropa, olvidándome de que me mandaron a este planeta con dos pies izquierdo, por lo que cuando sentí su presencia fue demasiado tarde, sentí como mi cuerpo empezó a caer y solté la toalla para poder parar mi caída por instinto.

De pronto sentí su frio cuerpo pegado contra él mío, sus manos dejaban trazos cálidos donde su piel se encontraba con la mía, sentía como una electricidad estática emanando de nuestros cuerpos.

—Jimin—dijo mi nombre como un lamento... no... lo dijo como una plegaria. Sus fuertes manos en las que siempre me sentí protegido desde que recuerdo, recorrieron desde mi espalda hasta mi cintura. Quería decirle algo, quería pedirle que me estrechara más contra su cuerpo. Pedirle que reclamara mi cuerpo como ya lo había hecho con mi alma. Pero de pronto me soltó como si mi piel lo quemara.

Dijo unas palabras que no llegue a comprender... me sentía tan herido que sólo note que se había ido cuando no sentí su presencia.

¿Un jadeó empezó a llenar mi pecho, se había ido... volvería? No, no, no, él lo prometió nunca me dejaría... mi cuerpo se empezó a mover sin mi permiso.

No me di cuenta de mis acciones, hasta que sentí el frío viento golpeando mi rostro. Me Había vestido con las primeras ropas que había encontrado y estaba corriendo tras Jungkook como si pudiera alcanzarlo. Escuché los pitos de los autos cuando me lancé a la carretera tratando de llegar al bosque frente al hotel.

—JUNGKOOK! —grité al tope de mis pulmones, tenía que encontrarlo, tenía que encontrarlo ahora.

Seguí corriendo y llamándolo quien sabe por cuánto tiempo, el frio estaba calando mis huesos, mis piernas estaban cansadas, me había caído varias veces, pero eso no me impidió levantarme para seguir corriendo, sentía un dolor indescriptible en mi pecho, me faltaba el aire...

—Jungkook! —volví a decir jadeando antes que todo se volviera negro.

JUNGKOOK POV

Corrí sin rumbo fijo, tenía que calmar a mi monstruo interior antes de poder regresar donde Jimin... Jimin... debía haberlo asustado cuando salí de esa manera, pero más lo hubiera asustado si lo marcaba como mío... él era demasiado puro, demasiado bueno... no podía dejar que un monstruo lo marcara como de su propiedad, pero tampoco podía dejar que nadie más lo hiciera... yo soy un ser demasiado egoísta.