4 - Dulces

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Una vez decidido por la competencia quien se quedaría con la mejor cabaña, el equipo azul entro a su cabaña, siendo recibidos con una cesta llena de dulces, con una nota:
Sabemos que hicieron lo que pudieron, pero aquí hay un poco de los que ellos se perdieron ;)

Todos se voltearon a verse mutuamente, quedando impactados por la gran cantidad de golosinas que abia; paletas, chocolates, bebidas, chicles, etc.
Tomaron la cesta volteandola, saliendo así todos los dulces, y empezaron a contar cuántos eran, para repartirlos por partes iguales.

—¡Dios son muchos!

—Si, bastantes

—¡Yo quiero este!

—¡No, ese es mío!

—Tranquilos, no se van a ir a ningún lado, solo hay que repartirlos equitativa

—Yo digo lo mismo —Sol tomo unas pequeñas cubetas, poniendo cada dulce en ellas, dividiendo los en categorías —Veamos, son uno para cada uno

—Ay, yo quiero dos de estos —Señalo Ian

—Ian, ya dije que es uno para cada uno, si no mejor no repartamos y nos quedamos sin dulces

—¡Eso es injusto! —Exclamo Rodri —Yo quiero dos de esos

—Bien, nadie va a tener dulces

—¡¿Que?! —Levanto la voz Duggan —Eso no es justo, yo estaba callada, y quiero mis dulces —Se acercó a las cubetas —¿Que les parece si todos tomamos uno y el que esté dispuesto a cambiarlo con ustedes lo hacen?

—¿Que? —Pregunto Pascu

—Ay, quiero decir que cada quien agarre el dulce que le pertenece, luego lo cambian con alguien que quiera ese mismo dul... —Duggan callo, pues lo que decía no tenía coherencia

—Lo que quieres decir es que cada quien agarre el dulce que les pertenece y luego lo cambian con algui, para que dejes de enredarte —Aclaro David —Bien, yo estoy de acuerdo.

—Si no queda de otra —suspiro —Bien, Pascu te cambio este por el... De... Ese

—Verde

—¿Que?

—Es de color verde —Guardo el resto de dulces —Y si, pero quiero ese —Señalo el chicle en la mano derecha de Rodri

—Mmm... ¿No quieres otro?

—Nop, quiero ese

—Uff, pues ya que —Levanto el brazo entregando así el dulce y resibiendo el que pidió

—Fue un placer hacer negocios contigo Rodrigo

—Callate —Quito el envultorio, metiendose el chocolate a la boca —Que me siento estafado

—¿Por qué? —Guardo sus dulces —Si fue un trato justo

—Calla, que quiero comer tranquilo mi chocolate

—Que suerte tiene algunos —Comento Cass

—¿Por? —Pregunto Álvaro

—Yo soy alérgica a chocolate, bueno al cacao —Añadio

—Oh, que triste

—Si —Vio los dulces restantes de Rodri —Ey, te cambio esa paleta por mi chocolate

—Trato —Dijo tomando el chocolate y entregando la paleta —Me encata el chocolate

—Si, ya me di cuenta —Miro sorprendída

—Ya me dió sueño —Bostezó —Me voy a dormir

—¡Espera! —Grito Sol —Que todavía no hemos escogido habitaciones

—¿Eso importa? —Cuestiono Rodri

—Si, así la conbibencia será mejor —Aclaro Sol —Yo quiero dormir con Duggy, ¿Tu Duggy?

—Por mi no hay problema —Contesto comiendo una manzana

—Bueno, yo voy con... Con mi hermano —Ian tomo del brazo a David

—Eh... Yo quería ir con Sol —Señalo

—Como vean ustedes, por mi no tengo problema con David

—Bueno, me voy con Tanya —Señalo Ian

—Vale, me voy con Ian —Ambos se dirigieron a su habitación

—Vale yo me voy con Danna —Hablo Misael

—Vamos

—¿Y yo con quién? —Pregunto Alexander —Ustedes dos van a dormir juntos, ¿verdad?

—Eh n....

—Si —interumpio Rodri rápido —De hecho ya nos vamos a dormir, que descanses —Tomo a Álvaro de la mano, llevándolo a la habitación que les pertenecía —Ah, que bueno que dormiremos juntos

—Pero yo quería platicar con el otro chico

—Si, pero yo no quiero dormir solo

—Vale, me quedo, pero con una condición

—Ah, ¿Cuál? —Pregunto sin interés alguno

—Que me cuentes más de tí, de tu familia, yo que se. Que me cuentes algo

—¿Te sirve un cuento?

—Nop, tiene que ser de ti

—Mmmm.... Hasta mañana —Dijo dando media vuelta dirigiéndose a la cama

—Oh no, ven aquí —Le tomo del hombro —¿Por qué no?

—Porque no, así de simple —Quito la mano de su hombro, levantando la sábana de la cama —Ahora déjame dormir

—Bueno, iré a ver cómo está Alex, quisa me quedé platicando un rato, adiós —Tomo la perilla de la puerta

—Ahhhh, bien, tu ganas —Tomo los cordones de su zapatos, quitandolos —Solo que no es muy feliz, te lo advierto

—Estoy dispuesto a soportarlo —Dijo, regresando a la cama correspondiente  —Hasta que por fin puedo quitarme estos zapatos

—Callate y solo escucha que no voy a repetirlo —Terminl de quitarse ambos zapatos, levantando la mirada, que ahora era sería —Todo empezó un...

 

    

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