Wonderwall

8 - Sol Y Luna

-No puedo creer que en verdad me hicieras caso

-Sabes, ya estaba arto de ella, después de tantas mentiras y lo que me hizo sufrir, incluso antes que Ellie naciera. Era un calvario

-Bueno, ¿Que vas a hacer cuando llegues a tu casa?

-No se, pero dudo que eso pase hoy. Si quiero seguir con vida

-Bueno, tengo una cama muy grande para los dos. Digo, si quieres quedarte -Rodri solo rió, mientras que Pascu solo le acariciaba el pelo -Me gusta verte reír

-Y a mí me gusta que me hagas reír

-Como aquella vez, ¿Te acuerdas?

-Ni me lo recuerdes, que ese día estabas llorando horrible. Nada te podía consolar

-¿Cómo iba a dejar de llorar? Si me había dejado mi novia ese día

-Si, me acuerdo perfectamente

-Ya vez, mejor ni digas nada, que tú siempre estabas ahí

-No sabes cómo me moría por ti

-¿Y por qué nunca lo dijiste?

-Porque tenía miedo de que me rechazarás

-Bueno, tampoco era para tanto, si solo estaba ahí con mi soledad

-Ahora que lo mencionas, me acordé de una canción que te escribí

-¿Me escribiste una canción?

-Si, un montón de hecho

-¡Quiero escucharla!

-No

-¿Por qué?

-¿Quieres llorar?

-Si, ¿Por qué no?

-Diablos, si que eres masoquista

-Tío, cuenta. Es más, cuéntame desde que te diste cuenta que te gustaba

-Pero esa historia ya la sabes

-Pero nunca me canso de escucharla una y otra vez. Es más, quiero que me la cuentes incluso cuando ya no pueda hablar y tú si, incluso si mañana estoy en el hospital, apunto de morir, quiero que me la cuentes. Ese es mi último deseo, morir sabiendo que el amor de mi vida se enamoro de mi cuando tenías....

-¿Cuando tenía?

-¿24?

-¡No! Cuando tenía 16 años

-Mierda, como pasa el tiempo. Y pensar que tengo 32

-Ya estás viejo

-¡Oye! Tu no te quedas atrás

-No, yo tengo 30, falta un mes para que tenga 31

-Ya casi 20 años que nos conocemos

-Si, nunca olvidaré ese día en el puerto

-Cierto, ¿Por qué venías en barco?

-Porque me gane un premio en la competencia de Rubik

-Mmmm... No se que le ven a los cubos esos

-Pues... Solo es el logro de armarlos en un tiempo corto

-Bueno, siga con su historia señor septién

-¡No me puedes decir señor!

-Si puedo, ya tienes hijos, en cambio yo no, sigo siendo joven Pascual

-Joven no se, pero lo que si sé es que eres un idiota por llamarme así