Nova Blanco, fotografa del Daily Planet, mejor amiga de la impulsiva Lois Lane.
Clark Kent, hombre misterioso, con mucho secreto oculto.
Ambos coinciden en el artico canadiense, ambos ven algo el uno del otro dandose cuenta que no son tan bicho rar...
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Lois y Leone estaban en el departamente de su amiga preocupados por el cercano fin del mundo, hasta que la reportera recibio una llamada de Perri interrogandola sobre el hombre y sin querer Lois solto que ella no sabria la que más probabilidades de saber su paradero era la fotografa.
-Lo siento, lo siento tanto Nova...- empezo a disculparse la reportera, la chica solo suspiro restandole importancia con su cerebro pensando en mil por hora.
Unos ruidos hizo que los tres miraran por la ventana, eran los del FBI.
-Lois, Leo, ir a refugiaros en mi antiguo ático.- la rubio fresa les tiro las llaves del taquillón de al lado de la entrada, los chicos la miraban extrañados-. No os preocupeis por mi, estaré bien.
Nova corrió por la salida de incendios aunque no avanzo mucho ya que en la boca del callejon aparecio una furgoneta de los federales.
-¡No se mueva, suelte bolso!.- grito uno de los agentes, la mujer obedecio tentada a usar su don, pero ya era demasiado para la humanidad en tan poco tiempo. La cogieron por los brazos escoltandola hasta la furgoneta.
Nova estaba en una sala de interrogaciones sola y detrás del espejo habia más personas, ella podia sentir sus cuerpos junto con todo lo que habia en la sala de detrás del espejo.
Estaba metida en sus pensamientos hasta que la puerta se abrio mostrando a Clark esposado y vestido con un traje ceñido junto con una capa roja, el hombre se sento en frente de la mujer. Ambos se miraron durante largos minutos notando sus corazones acelerados, pero no por la situacion sino por volver a verse.
-¿Por qué has decidido entregarte a Zod?- la voz de Nova sono suave, más suave de lo normal.
-Me entrego a la humanidad.- Clark no paraba de mirarla fijamente, memorizando cada detalle de su rostro.
-¿Por qué has dejado que te esposen?.- su entrecejo se funcio al ver el metal plateado al rededor de sus muñecas, volvio su vista a la mirada azulada del hombre que le miraba con una ceja alzada.
-No me estaría entregando si me resistiera, y si así se sienten más seguros pues mejor.- Nova sonrio fijandose en el simbolo en el pecho pecho del hombre, era una s dentro de una especie de diamante.
-Lo siento si te aburro con mis preguntas, de eso se encarga mi amiga, pero...¿De qué es la s?.- el hombre sonrio cortamente mirando a su pecho para mirar otra vez a la mujer que no habia salido de su cabeza desde que la conocio.
-No es una s, en mi mundo significa esperanza.-
-Pues aquí, es solo una s.- se rio cortamente la mujer-.¿Qué tal superm...?
-"Señor, soy...".-la interrumpio una voz a través de los altavoces.
-El doctor Emil Hamilton, lo sé, veo la identificacion en su bolsillo junto con medio paquete de caramelos de menta. También veo al pelotón de soldados de la habitación continua preparando un tranquilizante, no será necesario.- la voz de Clark sono tan tranquila que asustaba un poco debido a la situación en la que se encontraba.
-"Señor, no esperara que no tomemos precauciones podría portar algún patógeno alienigena".- la mujer rodó los ojos, si los alienigenas tuvieran algún patógeno más de medio mundo estaria contagiado, ya que ambos eran alienigenas y habian estado en la tierra desde bebes.
-Llevo aquí treinta y tres años y no he contagiado a nadie doctor.- hablo calmadamente el de la capa roja.
-Que se sepa.- hablo otra voz desde los altavoces-. Nuestra preocupación por nuestra seguridad esta justificada.
-Pongamos las cartas sobre la mesa, comandante.- se levanto del sitio andando al espejo mientras que sin esfuerzo alguno rompía las esposas-. Me teneis miedo porque no podeis controlarme, ni puede ni podran jamas. Pero eso no significa que sea vuestro enemigo.
-¿Entonces quien lo es? ¿Zod?.- pregunto el general.
-Eso es lo que me preocupa .- hablo el ojiazul apretando los labios en una linea recta.
-Tengo ordenes de llevarlo ante él.-
-Haga lo que tenga que hacer general.- cedio Clark aún mirando al espejo, mirando quienes habia detrás del espejo.
(...)
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Se encontraban en un descampado, nuevamente, uno frente del otro mirandose fijamente, analizandose. Todo hubiera sido mucho más cómodo si no hubiera tanto militares ni tanques.
-Gracias.- la rubio fresa lo miro sin entender ladeano un poco la cabeza chupandose los labios, la miraba del hombre se dirigio a esa zona unos segundos para volver a mirarla a los ojos.
-¿Por qué?.
-Por creer en mi.- la mirada fija del hombre hacia que Nova se sintiera nerviosa aunque no lo demostrara.
-No ha servido de mucho.- bajo unos segundos la cabeza haciendo que a Clark le dieran ganas de agarrar sus mejillas y levantar su preciosa cara.
- A mi si.- la mujer levanto su mirada viendo al hombre fijamente, le tendio la mano y ella la tomo un tanto nerviosa. El hombre apreció la diferencia de tamaño de amabas manos y la suavidad de la piel de ella, ambos miraron sus manos y como si estuvieran sincronizados se miraron los ojos. Ambos estaban mirandose con la misma intensidad, ambos con ganas de besarse, de sentir sus labios, pero sus miradas se desconectaron tras el ruido de la nave acercandose-. Ya vienen, deberias irte. Vete, Nova.
La mujer asintió yendo detrás de la barrera que imponian los militares, de la nave salio una mujer acercandose más de lo devido a la barrera queriendose llevar a la fotografa. El general empezó a discutir agotando la paciencoia de la alienigena, Nova al notar eso acepto siendo ella la primera en subir la nave recibiendo una mirada preocupada de Clark.