Febrero no sólo es el mes del amor y la amistad, sino también el mes con mayor número de rechazos y suicidios al año.
En esta dinámica realizada por "Es de Fanfics" se abordarán 15 días con temáticas no aptas para todos.
Advertencias:
Aparición de O...
Advertencia: Ryou chubby; palabras antisonantes, odio a los de contextura gruesa.
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Un quejido salió de sus labios cuando el puño impacto contra su boca reventándole el labio que le hizo caer al suelo bruscamente, oyendose un ruido sordo al impactar contra el pavimento.
Se cubrió con sus brazos el rostro, intentando inútilmente que no le lastimaran de más su rostro.
Escucho sus risas, esas horribles y asquerosas risas llenas de burla.
Sus palabras llenas de veneno resonaban en su mente mientras sentía las patadas en todo su cuerpo.
- Bola de grasa.
- Morsa.
- Ballena.
- Pelota deforme.
Se abstuvo de soltar algún quejido más, sabiendo que aquello les iba a alentar más en su faena de atacarle.
- ¿Por qué no te matas de una vez?
- Sólo eres una fea e inservible bola de grasa, nadie te va a recordar si acabas con tu vida finalmente.
- Le harías un gran favor al mundo.
- Sólo ocupas oxígeno que podrían usar otros mejor.
Sintió las lágrimas acumularse al escuchar sus palabras que, aunque no dolían físicamente como las patadas y puñetazos que estaba recibiendo en todo su cuerpo, dolían de manera psicológica.
Entonces, como si la vida finalmente sintiera algo de piedad hacia él, la campana se escuchó.
- Te has salvado está vez - Expresó Charlie con asco siendo apoyado por su grupo de seis - Más te vale no decir nada morsa o te deberás atener a las consecuencias - Le amenazó jalando sus cabellos con fuerza, obligándole a subir la mirada.
Se abstuvo de soltar un quejido pero, cuando los volvió a jalar con fuerza, se quejó de dolor.
- ¿Escuchaste a Charlie, ballena? - Cuestionó Adam escupiendole en el rostro.
- S-si - Tartamudeo, escucho las risas de sus compañeros de clase, John le pateo haciéndole caer nuevamente al suelo.
- Más te vale.
Escucho sus pasos alejarse de la azotea, sólo hasta que la puerta fue cerrada con brusquedad supo que estaba solo.
Se levantó con dificultad, hizo una mueca de dolor, pero ignoro aquel sentir y salió de la azotea a paso lento, tratando de no lastimarse más de lo que ya se encontraba actualmente.
Caminó hasta el baño, había un par de estudiantes pero estos salieron con un gesto de asco al verlo, ignoró el dolor en su pecho al ver sus gestos y se acercó al espejo; abrió la llave de agua y empezó a lavarse su rostro, soltando leves quejidos de dolor cuando tocaba su labio roto.
