Iba tan distraída en mis pensamientos que no me di cuenta para donde iba, hasta que ví que me estaba acercando al lago, ya estaba casi por oscurecer, el sol ya se estaba ocultando, el cielo se veía hermoso con esas tonalidades de color naranja con amarillo, no cabe duda que Dios creo un mundo perfecto y nosotros los humanos no lo valoramos como tal.
Se supone que venía aquí para despejarme un poco de la vida y de nada sirvió, creo que aquí se complico más de lo que ya estaba.
Me senté en una roca que estaba ahí en la orilla, era un poco grande asi que me pude acomodar bien sentandome en ella, me quede mirando por un buen rato el paisaje que solo era el lago con el agua verdosa, el cielo ahora oscuro estrellado y la luna más brillante de lo normal y más grande. Cuando mire a mi alrededor me pude dar cuenta de que me encontraba sola no había nadie cerca, de seguro estaban en sus cabañas cenando o durmiendo ya.
-Hoy es luna llena, por eso está más grande y brillante que los demás días-me sobresalté con esa voz que de la nada salió de la oscuridad, me alarme enseguida pero cuando se acercó hasta mi y lo pude ver bien me comencé a poner nerviosa, no dije nada-no hablas, que ¿Te comió la lengua el ratón?
-No tengo nada que decir, eso es todo
-uy que respondona me saliste, "prima"-pude ver por el rabillo de mi ojo como me daba una media sonrisa "idiota"
-¿Que?, No querías que te respondiera-me puse en modo mamona pero la verdad era que por dentro me estaba muriendo de nervios, este hombre me provocaba mil sensaciones que no quería descubrirlas en ese instante y lo peor del caso es que muy apenas y lo conocía.
-¿Que haces aquí?, Ya es tarde para que andes solo por este lado, te podría pasar algo
-¿Ahora te preocupas por mi?-me gire para verlo mejor y mierda, mejor no hubiera hecho eso, estaba demasiado cerca de mí, tanto que podía respirar su perfume-Solo digo, ¿andas sola?
-Si
-¿Mi primo te dejaría andar sola en este tipo de situaciones?, Digo, te puede pasar algo, alguien te puede robar
-sin querer me rei por su comentario-ay por favor, ¿Quien me podría robar? Y luego aquí-negue con la cabeza
-Yo-lo dijo en un tono tan serio que inevitablemente senti un escalofrío recorriendome mi espalda y solo quería que la conversación siguiera aunque no tuviera sentido
-¿Ah sí?-me le quede mirando a los ojos, ambos nos estábamos mirando profundamente
-Si-acto seguido bajo su mirada a mis labios y por instinto trague saliva
-¿Y que es lo que me harías estando los dos, solos?-Muchas cosas...demasiadas diría yo-no se pero su respiración la sentía más cerca
-¿Como cuáles?-cada vez sentía que mi voz era más baja
-No las quieres saber, porque si lo haces te exitarias demasiado y eso no nos conviene, porque estamos en un lugar público y tú eres prohibida para mí
-Y si estuvieramos en un lugar más íntimo y yo no fuera prohibida para ti, ¿Me las dirías? O más bien, ¿Me las harías?-Inconscientemente me relambi mis labios y me mordí el labio inferior
-Carajo si, y joder no hagas eso por favor
-¿Hacer que?-me hice la inocente
-Provocarme
-quisieras-de la nada senti como me rodeaba por mi cintura y me pegaba más a él
-Si, si lo haces, y te digo una cosa...me gusta que lo hagas, porque así tengo vía libre para poder hacerte esto.
Se inclino hacia mi, sus labios encontraron los míos, por unos segundos me bloquee, pero no pude evitarlo, en ese momento no me importo nadie, no pensé en nadie, solo me deje llevar por ese beso, por esas ganas que sentía de besarlo también, le correspodi como si mi alma dependiera de ello, su lengua encontró la mía haciendo que ambas hicieran una danza increíble, una de sus manos se posicionó en mi vientre y lentamente fue introduciendo su mano por debajo de mi blusa, me daba suaves caricias que pronto llegaron hasta donde se encontraba mi sujetador, bajo una de mis copas y comenzó a acariciar mi pecho izquierdo, ante la acción no pude contener un gemido que quedó atrapado entre nuestras bocas, le comenzó a dar leves caricias a mi pezón haciendo que me arqueara un poco, lleve mis manos hacia sus hombros buscando sostenerme de algo, esto se sentía deliciosamente bien, dejo de besar mi boca para ir bajando y dejarme besos húmedos por mi cuello haciendo que mi respiración estubiera más agitada de lo que ya estaba.
Subió mi blusa hasta mi pecho, provocando que mis pechos estuvieran al aire, me quito por completo el sujetador y se prendio de mi otro pecho besándolo, succionandolo, saboreandolo, mientras que yo me aferraba a su cabello, halando de el por lo exitada que me encontraba.-Ah Rodrigo-gemi su nombre a la vez que hacia maravillas en mí
-shh no hables muy fuerte, nos van a escuchar, hermosa-y volvió a ocuparse de mis pechos, bajando hasta detenerse en mi estómago y besarlo, ambos estábamos agitados, quería más, mucho más de el.
-Rodrigo, quiero sentirte- casi sone a súplica
-Lo sé, pero aquí no podemos, alguien nos puede ver-me dejo un casto beso abajo de mi ombligo que me estremeció por completo-deberias de ver lo duro que me has dejado Olivia, si por mi fuera te follaba ahora mismo, pero no debemos hacerlo.
-¿Entonces cuándo?
-No lo sé, pero tiene que ser cuánto antes, ahora que hemos llegado hasta aquí será difícil mantenerme quieto.
Se quedó apoyado un rato en silencio en mi estómago, ambos lo estábamos, procesando lo que había ocurrido, después me ayudó a ponerme el sujetador de nuevo, y ambos nos pusimos de pie.
-No le vamos a decir a nadie sobre esto, ¿Verdad?
-Claro que no, lo que menos quiero es que mis amigos se den cuenta de que estoy teniendo algo contigo y mucho menos Marcelo.
-¿Y crees que a mí me da gracia hacerle esto a tu primo, a mi novio? ¿Eh?
-no hay que hablar, porque ambos lo estamos disfrutando
Me quedé callada ante su comentario, no pude argumentar nada porque sabía que era verdad.
-ya, nos vemos luego, ya es tarde-hice el intento de alejarme de él para irme hacía la cabaña cuando me tomo del brazo, me giro hacia el de nuevo y me atrajo hacia su boca dándome un beso que le correspondí enseguida, me pegó a él y pude darme cuenta que aún tenía un poco dura su miembro
-Espero que sea pronto,o si no, tendré que colarme en tu habitacion para hacértelo, y no me importara que se den cuenta de lo duro que te voy a dar
Oír eso me provoco que un escalofrío recorriera por toda mi espalda y sintiera un leve cosquilleo en mi zona íntima.
-Ya vete a dormir mejor
Me di la vuelta ya para alejarme de él, la verdad es que no se qué me sucedió en ese momento, no me acordé de Gustavo, muy en el fondo se que le estoy haciendo daño que lo estoy engañando pero es que no puedo evitarlo, me siento atraída por Rodrigo, lo deseo, ya no lo puedo ocultar más.
ESTÁS LEYENDO
EL PLACER DEL AMOR
RomanceRodrigo Salvatore conoce a Olivia Moore desde siempre. Pero por cosas de la vida, Rodrigo tiene que irse de San Lorenzo para terminar sus estudios universitarios. Solo basta un solo reencuentro para que ambos chicos dejen de verse como conocidos par...