CAPÍTULO 18: °No la cagues como lo hice yo°

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Rodrigo

Estoy súper cansado, tuve un día muy agitado, estoy en los detalles de mi proyecto final para terminar la carrera de arquitectura, no es fácil quedarse hasta altas horas de la noche realizando una maqueta para la presentación de la siguiente clase.

Creo que ninguna carrera es fácil pero cuando quieres algo en la vida tienes que luchar por ello. Porque si quieres salir adelante tienes que buscar una y mil maneras posibles y lograr lo que te has propuesto hacer a ti mismo en la vida. Y más cuando se lo prometes a tu madre, que aunque ya no está contigo físicamente sabes que ahi está, presente en tu corazón, en tus pensamientos, en tus recuerdos, acompañándote en cada paso que das.

Aún recuerdo la última vez que hable con ella y le prometí que sería un gran arquitecto. Que saldría adelante a pesar de todos los obstáculos que la vida me pusiera enfrente. Y se lo estoy cumpliendo. Ya solo me faltan unos cuantos meses más y obtendre mi título como arquitecto. Sé que ella estaría muy orgullosa de mí.

¿Que si la extraño?, Claro que lo hago, ella era mi madre, era mi mejor amiga, siempre estuvo para mí en las buenas, en las malas y en las peores. Una parte de mi está consiente de que ella ya está mejor, descansado en paz, pero la otra parte irracional de mi la necesita aún. A veces me siento como un crío que solo quiere estar en los brazos de mamá y que ella le cante en su oído, sentir su calor y que me diga que todo estará bien.

La extraño tanto.

Solo de recordar la última vez que la vi me arrepiento por no haberle dado un último abrazo, un último beso en su frente, un último te amo mamá. Si hubiera sabido que esa sería la última vez que la vería bien, me habría quedado con ella, pero no fue así.

Lo último que me dijo fue: “se un buen hombre Rodrigo, no te dejes bajar la cabeza por nadie y lucha, lucha por todo lo que te propongas en la vida hijo mío, yo confío en tí cariño. Te amo demasiado y aunque ya no estaré aquí con ustedes, siempre estaré en sus corazones y siempre los voy a cuidar y a proteger porque ustedes son mi todo en este mundo”.

Ahora mi familia solo es mi hermano Horacio y mi padre. Ahora solo a él, es al que le debo de rendir cuentas, no les voy a fallar, ellos hicieron todo para que mi hermano y yo estemos donde estamos y no les voy a fallar.

¿Como sabía que quería ser un Arquitecto?, tengo una gran imaginación, me encanta crear escenarios que cambien la perspectiva de los lugares. Crear algo que saliera de lo ordinario. Que más puedo decir, me gusta ser inovador y sacarle provecho a la creatividad.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho el sonido de una notificación en mi celular. Son las dos de la mañana, por lo tanto ya es martes, checo que todo en la maqueta está bien echo, llevo más de una semana haciéndola no me puede faltar nada ni mucho menos quedar mal.

Dejo todo en orden y me voy a mi recámara, estoy a punto de acostarme cuando escucho otra notificación en mi celular. Pienso en no verlo hasta en la mañana pero ya es tarde como para que alguien a estas horas me mande un mensaje, así que con curiosidad lo desbloqueo y veo que son dos mensajes de mi primo Gustavo.

Y ahora que mosco le pico a este para mandarme mensajes a esta hora si el no es de esos o al menos conmigo.

Entro al chat para leerlos mejor, el primer mensaje decía

Gustavo: “¿Por qué con Olivia?”

Mierda eso quiere decir que ya sabe lo que hay entre ella y yo, pero ¿quién carajos se lo dijo?,¿Ya se lo habrá reclamado a Olivia?, ¿Que se abran dicho?, ¿Que habrá pasado?.

Mi curiosidad iba aumentado por saber que es lo qué había pasado entre ellos pero no debía de meterme en lo que no me importa, es cosa de ellos y... ¡ay mierda! ¿como que no me meta?, si en parte fue mi culpa porque yo fui quien hizo que Liv cayera en mis brazos y que le pusiera el cuerno.

EL PLACER DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora