Una pequeña ____ de tan solo 5 años caminaba junto a su padre por las calles de Zaun, caminaban tranquilamente hasta que ven una tienda donde venden frutas y se dirigen allí.
—Me da una de esas. —dijo el padre de ____ dándole algunas monedas al vendedor.
—Claro. —al terminar de comprar se dirigieron a un bar.
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Al entrar la pequeña vio a muchas personas que no conocía, es lógico ya que era la primera vez que salía a Zaun, su padre era un zaunita, pero se mudó a los arribas por la protección de su pequeña y su esposa (que es de Piltóver)
—Me da un trago y un vaso de agua —alzó a la pequeña para colocarla en una de las sillas.
—Claro —el señor se dio la vuelta y al ver al mayor se sorprendió —¿Elv?, ¿eres tú? —
—¿Quién más sería Vander? —dijo con una sonrisa de lado.
—¡Amigo!, cuanto tiempo —abrazó a Elvis, al cual el recién nombrado correspondió.
( ... )
𖥻Narra ____;
—Así que ella es tú hija, que grande está. ¿Cómo te llamas niña? —preguntó ¿vlande? ¿valde?, no recuerdo bien su nombre, con una sonrisa amable.
—Amm me llamo ____, un gusto señor Vlanden. -estiré mi pequeña mano hacia él, a lo cual la aceptó y rió.
— no me llamo Vlanden, mi nombre es Vander y mucho gusto igualmente. A Powder le caerías muy bien —dijo entre risas, mis mejillas se pusieron rojas de la vergüenza, pero se desvanecieron rápido al escuchar ese nombre, quería saber quién era esa persona y porque le caería tan bien.
—¿Quién es Powder? —mi curiosidad no aguantó y terminé preguntando.
—Ya lo verás... —dijo antes de irse.
—¿Cómo te sientes al estar aquí? —con una sonrisa en su rostro agarró mi mano, me agrada este lugar, pero nunca me dejarían quedarme aquí, mi pa dice que la gente de aquí y de Piltóver no se llevan para nada bien, una vez hubo una pelea entre los dos, muchas personas murieron.
—Me gusta mucho, ¿cuándo vamos a vivir aquí? —ya quiero tener muchos amigos y jugar todos los días. |recordatorio de que lo está narrando una niña pequeña de 5 años|
—Llegamos... —volteamos y vimos a dos niñas, una como de mi edad con cabello azul y otra más grande con cabello rojo. Me dio un poco de vergüenza y apreté la mano de mi papá.
—¿Cómo estás, Vi?, estás grande —dijo pa, chocando el puño con la del pelo rojo.
—Muy bien, supongo que estoy mucho más alta, y tú también lo estás. ¿Ella es tu hija? —se sentaron al lado nuestro y nos miraron.
