Capítulo 5. - Arrepentimiento.

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Poché pov...

Las palabras del hombre sentado justo en frente de mí resonaban como eco en mi cabeza. Fue él, había sido él, él fue participe del secuestro de mi hija, él atentó contra su bienestar, él ayudó al astro, él lastimó a mi hermana y también me lastimó a mí, lastimó a toda la familia, puso la vida de mi pequeña en peligro y todo por la puta ambición al dinero.

No sabía qué hacer, no podía ni siquiera mirarlo, no podía seguir escuchando el vómito de palabras que salían de su boca.

Fue cómo si me hubiera cegado de la nada, cómo si la anterior María José hiciera presencia de un momento a otro, me levanté de mi lugar, y sin pensarlo dos veces me lancé en contra de él, golpeaba su rostro como si de eso dependiera mi vida, grité mil y un insultos contra él. Quería matarlo, con mis propias manos.

—¡Eres un maldito hijo de puta! —Golpeaba su cara sin parar, tomé los bordes de su camiseta, no me importaba que fuera mucho más alto que yo, necesitaba acabar con él, sin importarme nada.

Lo arrastré hasta la puerta del hogar que había formado con mi esposa y mis dos hijos, lo lancé contra el suelo y pateé su cuerpo hasta el cansancio. Veía rojo de la furia.

—Voy a acabar contigo, te lo juro —

—¡Poché, para! —Escuché una voz llamarme, no hice caso y seguí golpeándolo, estiré sus cabellos sin piedad, él no se movía ni un poco, no hablaba y eso cada vez me cabreaba más. —¡María José, lo vas a matar! —Alba haló mi cuerpo con fuerza separándome de ese tipo.

—¡No me importa! ¡Voy a matarlo con mis propias manos si es necesario!

—¡Poché, no sabes lo que dices! Tranquilízate —

—¿Que no sé lo que digo, dices? ¡Ese hijo de puta tiene que morir! —

Llevé mi mano derecha hasta mi espalda debajo de mi chaqueta y saqué mi arma, sin importarme nada más.

—Vas a cometer una locura ¡Piensa en Calle! ¡En los niños!

—Lo voy a matar. Ese perro maldito secuestro a mi hija, trabajo del lado del astro, no merece tener piedad. —Dejé caer mi cuerpo ahorcajadas sobre Rodrigo y apunté con la pistola en el centro de su frente. Su rostro se mostraba desfigurado, botaba sangre de la boca, nariz y pómulos.

—Eres un

—¡Soy un hijo de puta! ¡Lo sé! —Gritó —No tiene una idea de lo arrepentido que estoy, Señora Garzón. ¡Máteme, si eso la hace sentir mejor! ¡Hágalo! ¡Máteme y acabe de una vez por todas con el puto sufrimiento que llevo! ¡Llevo años con la conciencia intranquila desde esa noche! Los gritos de la señorita Valentina se repiten constantemente en mi mente, como suplicaba porque no la tatuaran. El llanto de la pequeña de meses. ¡Máteme! ¡Hágame ese favor de una puta vez!

—Te vas a pudrir en el puto infierno —Escupí mis palabras con veneno, apoyé con más fuerza la punta de mi revolver contra su frente. La corriente eléctrica llena de coraje recorrió mi cuerpo entero.

Todo el odio que se me generó durante años explotó justo en ese momento, quería acabar con la vida de todos y cada uno de quienes fueron participes de todo el daño que nos causaron, quería mandar todo a la mierda y hacer justicia por mi propia cuenta.

—María José, si lo haces. ¿Sabes el daño que le causaras a Daniela? No solo su esposa y madre de sus hijos se convertirá en asesina, también tendrá que arrestar a la persona que más ama. Los dejarás solos, a ellos tres y al bebé que viene en camino. Vas a arruinar todo lo bueno que tienes en la vida por esto. ¿Vale la pena?

La Princesita de Papá: Los Calle Garzón. - Calle y Poché - (SEGUNDA TEMPORADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora