Graduación.

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Los días de invierno suelen sentirse más largos, las mañanas son oscuras y las tardes se unen con las noches, haciendo que el día parezca más extenso de lo que es. Los cuatro mejores amigos suspiraban exasperados ante la espera de la famosa graduación que estaba cada vez más cerca, pero que sin embargo parecía nunca llegar. Fue tanta la espera que cuando el gran día llegó junto a las cigarras de verano, ninguno lo podía creer.

Jay pellizcó fuerte a Sunoo, quien le pidió que lo hiciese para corroborar que no fuese un sueño.

—¡¿Por qué me pellizcaste tan fuerte!? —Preguntó el pelinegro sobando la zona adolorida de su brazo.

—Lo siento, pero ahora sabes que no es un sueño.

Los padres de los tres chicos rieron enorgullecidos de ver cómo los muchachos crecieron sanos y felices, al igual que ellos, se les hacía algo nostálgico verlos posar para la foto de su graduación, porque pareciera ayer cuando los ayudaban a subir a los columpios, las veces que se quedaban a dormir en casa de otro, las fiestas de cumpleaños, las bromas y demás. Cada uno era distinto al otro, pero sin embargo lograron complementarse un poco más cada año hasta ser casi uno.

—¡Sunghoon, mi dumpling preferido! —Chilló su madre acercándose a él con los brazos abiertos una vez la foto grupal acabó.

Sunghoon recibió el cálido abrazo de su madre con una sonrisa satisfecha, y queriendo ser parte del momento de felicidad, su padre se unió al abrazo.

—¡Jay, nuestro muchacho radiante!

La hermana de Jay se acercó con un gran ramo de flores coloridas, el cual Jay recibió agradeciendo con una gran sonrisa. Su madre atrapó su rostro entre sus manos y depositó varios besos alrededor de su cara, lo que provocó una risa nerviosa de su hijo, y su padre, acarició con cariño la espalda de su hijo menor. Varios estudiantes se quedaron mirando la escena tan conmovedora de la familia Park impresionados como la fusión de los cuatro miembros emitía un enorme rayo de alegría.

—¡Mamá, papá! —Llamó Jungwon a sus padres mientras tomaba sorpresivamente el brazo de Sunoo.

—¡Jungwon, Sunoo, mis muchachos! —El padre de Jungwon extendió lo más que pudo sus brazos para abrazar a ambos chicos, y sin poder contener su emoción, dio un beso inundado de orgullo en la frente de ambos. La madre del pelinegro les dio a ambos un ramo de flores y otro beso en la mejilla.

—Gracias, no esperaba recibir un ramo este día.

La conmoción en Sunoo era tan fuerte que se le estaba complicando soportar sus lágrimas. Los padres de Jungwon lo trataron como un hijo toda su vida, pero ese día verdaderamente se sintió querido, creyó que sería un día que nunca volvería a recordar, pero gracias a la familia Yang podía decir que el día no era tan malo como para olvidarlo, aunque en el fondo le molestaba un poco creer que aquella acción fue solo por lástima.

—No tienes qué agradecernos nada, después de todo eres como un hermano para mi. —Viendo como las lágrimas de su mejor amigo estaban a nada de escaparse, lo abrazó tratando de transmitirle su apoyo sin aplastar ninguno de los ramos. —Él más que nadie esperaba este día, estoy seguro que donde quiera que esté, está tan orgulloso al igual que tus padres del hombre que estás por ser, Sunoo.

—Idiota...

Fue lo único que pudo decir Sunoo antes de romper en llanto entre los brazos de Jungwon, pensando en todo lo que se había esforzado por graduarse, en lo que haría luego de ese día y en cómo deseaba haber llenado de orgullo a su familia aunque ese día no estuvieran con él.

Los padres de Jungwon se acercaron a acariciar la espalda de Sunoo, también tratando de consolarlo. No quisieron hacer preguntas, pero sabían por su hijo que ese día los padres de Sunoo no estarían presentes, así que quisieron estar con él.

Eritrofobia [Sunki] 🍅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora