Algo anda mal

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Capítulo 23

Narra Vitaly

En la mañana temprano Alex y yo nos separamos para recorrer el campamento y el abrevadero, controlar que todos estén bien después de la fiesta de ayer. Tengo una sensación extraña en el pecho, como si fuera un mal presentimiento.

Al llegar al abrevadero me encuentro con Zuba, quien le hablaba a los cachorros de la manada, haciendo lo posible por explicarles cómo pelear para defenderse y cómo salir a cazar exagerando sus gestos y movimientos lo cual lo hace ver cómico . Alzó una ceja ante una cachorrita juguetona que se cuelga de mi cola, la miro un momento y cuando ella me mira sus ojos redonditos y brillantes me hacen reír, la cargo en brazos sin problemas devolviendola con el grupo.

El alfa de la manada me mira dándome una sonrisa, con un gesto de su mano me indica que me siente, espero con paciencia a que termine de enseñarle a los cachorros, para cuando lo hace todos se van con sus madres excepto por la pequeña que vi antes que vuelve a agarar mi cola, yo la muevo de un lado a otro dejando que juegue un momento sin notar que se me escapa una risa y Zuba me observa.

-serás un buen padre...puedo ver que te gustan los cachorros...no todos pueden lidiar con ellos-ríe cuando yo me quejo ya que la pequeña mordió mi cola jugando.

- no llegué a imaginar mi vida hasta éste punto. Pero no niego que desearía poder formar una familia con tu hijo Zuba.

- me alegra oír eso. Ahora quisiera que me dieras algunas ideas para lidiar con esas crías, algunas veces son un dolor de cabeza y no ponen atención.

La charla se va en algunas banalidades, la madre de la pequeña pasa por ella llevándosela mientras la cachorrita me saluda despidiéndose. Hablando con el alfa le doy algunas ideas en lo que creo puede ayudarle a Zuba con su tarea de entrenar a los niños de su manada. Terminó acomapañándolo en el almuerzo pero para la tarde le aviso que debo volver al campamento.

La sensación de mi pecho no ha pasado, y esa espina de la duda se clava más profundo. Me invade la preocupación cuando llegó al campamento viendo que buscan a alguien.

Veo a Alex venir hacia mi, toma mis brazos algo agitado, tiene los ojos llorosos. Algo anda mal, muy mal.

-Gia no está....hace tres horas que la estamos buscando, nadie la ha visto. Dime que tú la viste. Por favor...-niego lentamente pensando lo peor, la última vez que algo así pasó.....no, no quiero ni recordarlo. Mi León empieza a llorar y yo tomó su rostro sacándole las lágrimas.

-calma Alex, dime cuando fue la última vez que la vieron, quiénes la vieron, y por dónde ya buscaron, si? Piensa con la cabeza fría. Tal vez no le ha pasado nada....sólo...sólo está conociendo los alrededores....- quiero pensar que es así que será algo tan simple como éso, pero Qhana llega a nosotros agitada.

-jefe, encontré un rastro de sangre fuera del campamento en dirección a las afueras de la reserva....es de Gia...huele a ella...

Sólo éso hizo falta para que Alex terminará de derrumbarse yo lo abrazo intentando mantener la calma, escuchar a Alex llorar me estruja el corazón. Aún no podemos perder la esperanza. La vamos a encontrar.

Para mí sorpresa Tai-lung y Kiva están juntos, se ven angustiados. Se toman la mano hablando de algo con suma seriedad y la curiosidad me pica las entrañas, desde cuándo se llevan así con esa confianza? Qué me perdí cuando salí en la mañana? Veo a ambos felinos acercarse y entonces sólo entonces veo su estado. Están golpeados y algo sucios como si hubieran peleado y terminado derrotados.

Qué verdades escondes León? (Alex x Vitaly 1ra Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora