Sara, conocida en toda América y Lando Norris uno de los jóvenes pilotos y talentos de la Fórmula 1.
¿Quién iba a pensar que el destino los iba a juntar?
Charles Leclerc se convierte en su mejor amigo y la vida le pone a Sara un desafío: cuidar de...
Lando me había llenado de sorpresas estas semanas que estuvimos juntos asique no me extrañaba otra más. Entre él y yo no pasó nada en este tiempo pero se sintió una conexión, conocimos más los gustos del otro, nos divertimos mucho.
- Últimamente me comienzan a gustar tus sorpresas - le dije a Lando.
- Pues esta te va a encantar - me dijo.
Me llevó a la ventana del aeropuerto que daba a los aviones. Sacó una cajita de su bolsillo, era muy bonita, tenía un color burdeo y una cinta blanca.
- Sara, quiero que sepas que en este tiempo que llevo conociendote te has vuelto muy importante para mi. Sé que tú también sientes esa conexión - comienza a abrir la cajita - Y quiero darte este regalo para que sepas cuanto me importas, se que lo material no te importa y prefieres los sentimientos, pero quiero dártelo para que cuando estemos lejos y lo mires pienses en todos los momentos que hemos pasado juntos.
En ese momento mi corazón se paralizó, eran dos pulseras con un avión en el medio, eran hermosas. Algo así como estas
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- Estás pulseras simbolizan el día que nos conocimos - dijo Lando - cuando estabamos en el avión y te ofrecí un pañuelo porque la azafata te había tirado el agua por accidente - Ambos reímos.
- Lando, yo... no sé que decir, esto es muy bonito - dije intentando no llorar - estuviste en cada momento en el que estuve mal y siempre intentaste hacerme sentir mejor. Tal vez no querías que estas semanas las pasaramos así, pero agradezco que hayas estado para mí - le dije y le dí un abrazo.
- Estás semanas fueron increíbles, me contaste muchas cosas de ti, te conocí mucho mejor al igual que tú a mi y con eso yo ya soy feliz. Y Sara, ten por seguro que conmigo nunca estarás sola, siempre intentaré estar para ti - dijo abrazandome un poco más fuerte, pero el abrazo fue acogedor.
Luego de eso nos pusimos las pulseras.
*Pasajeros con Destino a Brasil, ya pueden abordar el avión*
Se escuchó el anuncio y Lando me agarró la mano para dirigirnos al avión. Pidió asientos en la ventana, cosa que no me gusto tanto, pero me dijo que me sentara al medio, al menos era mejor que estar en la ventana.
Teníamos que llegar a Brasil y tomar otro avión a Chile, asique iba a ser agotador. Tenía curiosidad por Lando.
- Oye - le dije.
- Dime - respondió y me miró.
- ¿Que hay de tu familia? - le pregunté un tanto preocupada.
- No te preocupes, hablé con mi mamá y dijo que no tenía problema en que viniera, siempre y cuando pase año nuevo con ellos - me dijo mientras puso su mano sobre la mía y miró unos segundos - Te queda Bonita - dijo mirando mi pulsera.
- Está bien, cuidaré de ti para que tu mamá no se preocupe. Y sobre la pulsera, a ti también te queda muy bonita, prometo nunca sacarla de mi muñeca - le dije sonriendo.
