Capitulo 7

128 87 35
                                    

ALEXANDER

Ya ha pasado más de una semana con Nerissa y tengo que admitir que han sido los mejores días de mi vida, con tan solo verla y poder admirar su belleza y su inocencia, aunque estoy más que seguro que detrás de esa mascara de santa que usa, no es ninguna santa, la conozco... No voy a negar he visto como se ha mantenido algo distante desde la última vez que nos besamos... tal vez me pase de la raya un poco, pero que puedo decir... no me podía resistir a sus labios, a su cuerpo... bueno no nos distraigamos con eso ahora. Nerissa es especial, siempre lo ha sido, y ahora más que nunca no quiero alejarla de mi vida. Pero ya los días conmigo se están acabando y necesito una nueva excusa para seguir viéndola y lo de niñera ya no servirá, porque ya me ha visto caminar perfectamente, sería capaz de provocarme otro accidente para solo verla y tenerla... en verdad no sé cómo, pero tengo que buscar la forma de retenerla conmigo.

NERISSA

Estar con Alexander no ha sido tan malo como me lo esperaba. Cuando está conmigo me trata distinto a lo que imagine, es como estar con el Alexander de diez años. Y me gusta, me siento cómoda con él, pero luego que se acabe esto de ser su niñera, se va a acabar todo, y no me queda más remedio que alejarme de él, bastante tiempo duró para ser bueno, además tengo que decir que nada es lo mismo desde que nos besamos. No he podido sacarme la sensación de sus labios de mi cabeza, ni como se siente el tacto de sus manos en mi piel. A pesar de conocernos desde pequeños, no es lo mismo, hace tiempo no hablábamos, a pesar de parecer que esos seis años separados nunca hubieran pasado. Simplemente no es lo correcto, yo tengo mi vida y el la suya y así debe permanecer.

Me levanto de la cama, me baño y desayuno algo rápido y me dirijo a la universidad. La carrera de biología se me está complicando con el paso del tiempo y ahora cuidando a Alexander no he tenido tiempo de estudiar lo suficiente. Ya en el campus me siento en el área de estudio para ponerme a estudiar, cuando recibo un mensaje.

- No vengas en pijama, ponte algo casual, pero elegante. Nos vemos a las ocho en punto. – lo que me faltaba, más órdenes de su parte. Ignoro el mensaje y sigo estudiando, total siempre termino haciendo lo que él dice.

-Hey! Te estaba buscando – aparece Cristina en mi campo de visión, interrumpiéndome luego de tres horas de estudio

- Necesitaba que me encontraras y me saques de aquí – digo frustrada con las manos en mi cabeza

- Bueno pues ven, vamos a comer – recojo mis pertenencias, siguiéndole el paso, llegando a la cafetería del campus, ordenamos cada cual nuestra comida y nos sentamos. - ¿Qué vamos a hacer en esta noche de jueves Nerissa? – me mira con una sonrisa divertida

- No puedo salir, todavía tengo que seguir de niñera con Alexander recuerda – digo con una mueca con mis labios. A pesar de pasarla bien con Alex, extraño salir de fiesta con mi amiga.

-Oh... todavía en eso, que mal – dice mi amiga

- Si, pero ya en cuatro días termino con él y seré toda tuya – digo con una sonrisa y ella se limita a reír – Bueno te dejo para poder descansar un rato e irme a su casa – digo levantándome, recogiendo todo y le doy un beso en la mejilla de despedida y me voy.

Luego de una larga ducha, busco en mi armario, algo bastante decente, Casual pero elegante como él dijo, me dejo mi melena suelta y me pongo solo un poco de maquillaje, con unos pequeños tacones por si acaso. Sinceramente no se a que vendrá todo esto, tal vez es una simple broma, pero con Alexander nunca se sabe, así que termino de arreglarme y me dirijo a su casa.

Llego a su casa y me estaciono en la cera, me dirijo a la puerta de la entrada principal

- Hasta que llegas, vámonos – doy un brinco del susto, al percatarme que Alexander estaba en las sombras del balcón

Amores Que MatanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora