Amores Que Matan

Capítulo 24

ALEXANDER

Observo como Nerissa desayuna sin ningún tipo de expresión y me siento fatal. No le he vuelto a hablar sobre Karla, y no quiero empeorar su estado de ánimo, mencionando su nombre.

- Nessa se que no estas de los mejores ánimos pero tengo algo que decirte— su mirada se encuentra con mis ojos, y solo transmiten soledad.
No dice nada, solo se me queda mirando. - Karla quiere conocerte— mis palabras parecen un susurro

- Bien– es su única contestación, mientras sigue comiendo su desayuno.

- Nerissa, mírame, que es lo que pasa— agarro su mentón con delicadeza para que me mirara a los ojos. - Estoy siendo paciente, pero odio verte asi, necesito que me hables— sus ojos comienzan a empañarse de lágrimas

- No se si estamos haciendo lo correcto Alexander—siento como su cuerpo comienza a temblar

- Eso piensas tú o eso fue lo que te dijo Cristina— al mencionar su nombre, su llanto incrementa.- Nessa nunca te ha importado lo que los demás piensen de ti, estabas de lo más animada ayer por la mañana y ahora estás teniendo dudas

- Alexander, no lo sé, tal vez nos apresuramos, tal vez no estamos listos para ser padres, mucho menos para convivir, por Dios, tal vez ni somos el uno para el otro, como nos hacemos creer— sus palabras son como una puñalada al corazón. Pero no dejo que las emociones me nublen mi juicio. Se que en realidad no es eso lo que quiere decir.

- Nerissa, escuchame– agarro su cara con ambas de mis manos.- Te amo, siempre lo he hecho y no pienso dejarte ir, eres la mujer que quiero para el resto de mi vida. Sí, tal vez si nos hemos apresurado, pero hemos llegado hasta aquí y seguiremos logrando todo lo que nos propongamos. Porque somos tú y yo hasta el final.

- Alex, lo siento, yo no quise decir eso. Te amo— le doy un beso cálido, reconfortante, y puedo sentir cómo su cuerpo se relaja contra el mío.

NERISSA
Mis pensamientos ahora mismo son un caos, pero agradezco el tener un hombre como Alexander en mi vida. Acepto que Karla venga a visitarnos, la realidad, no la recuerdo del todo. Alexander me ha contado que es la chica que vi con él antes de mi accidente, pero solo puedo recordar fragmentos.

Me ha dicho que vendrá en la tarde y puedo sentir nervios. Después de todo es la mujer que quería quitarme a mi hombre y no es que me sienta tan confiada, por más que Alexander diga que ya se ha encargado de eso.

Intento contactar a Cristina para resolver nuestras diferencias pero caigo siempre en el buzón de voz, así que desisto de llamarla, luego iré a su apartamento. Un problema a la vez.

La tarde llega y me encuentro en la cocina terminando de preparar unos aperitivos, cuando el timbre de la casa me deja saber que ha llegado nuestra invitada. Alexander me dirige una mirada reconfortante y recibe a Karla. Escucho como ambos se saludan y junto las fuerzas para ir a recibirla.

Al simple momento de verla, percibo unas energías extrañas en el aire. Al mismo tiempo, fragmentos de recuerdos comienzan aparecer. Noto que se ha puesto nerviosa al verme. Me dirijo a donde ella para saludarla

- Hola, soy Nerissa— menciono, mientras le ofrezco mi mano como saludo.

- Karla, un gusto— entrelaza su mano con la mía, algo me dice que la conozco pero no sé de donde. No logro descifrarlo.

- Espero que tengas hambre, Nerissa ha estado preparando unos aperitivos—comenta Alexander intentando aliviar la tensión del ambiente. Así que los tres nos dirigimos al comedor.

Comienzo a preparar ambos platos de Karla y Alex y los pongo en la mesa. Ella da las gracias, mientras se acomoda mejor en la silla. Preparo mi plato, cuando Karla comienza a hablar.