Amores Que Matan

Capitulo 4

~11 años atrás ~

-Nessa dile a mi mama que nos lleve al parque, tú le caes mejor – decía el pequeño Alex con los ojitos de cachorro

- Pero tú eres su hijo, dile tuuuu – le contesto la pequeña Nerrisa molesta

- Pero si le digo yo no nos va a llevar, veeee tuuu – le rogaba Alexander

- Esta bien yo voy, pero vamos a jugar lo que yo diga – Alexander se molestó que Nerissa tuviera la autoridad en ese momento, pero no tenía otra opción así que acepto

Cuando llegaron al parque ambos salieron corriendo a los columpios, solo se escuchaban sus carcajadas, la pasaban tan bien siempre que estaban juntos.

Luego de tres largas horas jugando en el parque ambos se sentaron en un banco a refrescarse mientras tomaban agua

- Nessa prométeme algo- dijo el pequeño

- Dime Alex- contesto ella curiosa

- Seremos mejores amigos siempre, nunca nos separaremos y llegaremos a viejos siendo amigos, lo prometes – dijo el niño con cierta ilusión en sus ojos

- Claro que si tonto, a nosotros nadie nos separa – dijo Nerissa mientras ambos se abrazaban

- CHICOS NOS VAMOS – grito la madre de Alexander lo cual hizo que ambos chicos hicieran una carrera de quien llegaba primero al carro

ACTUALIDAD

~Alexander~

Nerissa siempre me gusto desde que la conocí en el jardín de infantes, era la única niña que llamo mi atención, pues ella no era como las demás, era todo lo contrario, muchos la llamaban loca, pero su locura era lo más que me gustaba, de todas las niñas con ella podía ser yo sin que me rechazaran. Éramos mejores amigos, y me encantaba pasar tiempo con ella, pero el tiempo paso, fuimos creciendo y me cambiaron de escuela y deje de tener contacto con ella, sin embargo, al pasar los años y no saber nada de ella, me encargue de buscar cada red social y espiarla desde las sombras.

Pero al ambos crecer ya no era lo mismo, ella seguía siendo la misma chica loca y atrevida que me encantaba, pero eso la llevo a ser solitaria quedándose solo con Cristina, mientras tanto yo me volví el chico más popular de la escuela, todos los fines de semana salía de fiesta y terminaba con chicas distintas, pero ninguna como Nerissa... es por esto que me decidí a olvidarla y no buscarla porque los rumores le iban a llegar, ya no iba a ser el mismo Alex que era antes con ella, y ella jamás aceptaría al nuevo Alex que soy. Y simplemente no podría soportar el tener que ver como se marcha de mi vida otra vez y esta vez por mi culpa.

Pero como si fuera obra del destino mi madre me aviso que ella había venido a visitarme, y no lo podría creer sin verla, así que, a pesar de mi pésimo estado tras el accidente, la deje pasar a verme. Dios estaba más hermosa que nunca, su cuerpo ha cambiado tanto que parece modelo y toda una mujer, su hermoso cabello azabache que me encantaba acariciar de pequeño, esos hermosos ojos marrones que te hipnotizan, simplemente perfecta. Pero como la mierda persona que soy la trate pésimo, así que por tal razón se me ocurrió la idea de que fuera mi niñera ahora que estoy a cargo de mi hermano mayor y recomponer todo el tiempo que he perdido con ella. Sabía que me iba a odiar, pero esta vez soy yo el que tiene control sobre ella. Los roles han cambiado.

Se ve tan tierna durmiendo, que intento quedarme lo más quieto posible para no despertarla. Su respiración es lenta, al parecer esta soñando porque tiene una sonrisa boba dibujada en su rostro, lo cual la hace ver más tierna de lo que es. Con cuidado me encargo de arroparla sin que se despierte, me recuesto a su lado, observándola hasta quedarme dormido con ella

~Nerissa~

La luz molesta mis ojos provocando que me levante algo aturdida... estiro mi mano para tomar la sábana, pero en vez de toparme con las sábanas, toco unos abdominales bien formados

Por Dios olvide por completo que estaba en casa de Alexander, y me quede totalmente dormida toda la noche

Busco con cuidado mi teléfono tratando de no despertarlo, cuando me doy cuenta que ya son las nueve de la mañana, recojo mis pertenencias y me dirijo con sutiliza a la puerta dejándola media abierta... cualquiera pensaría que estoy escapando como ramera, pero sinceramente no quiero lidiar con Alexander y sobre yo quedándome a dormir en su cama toda la noche

Justo cuando ya estoy a ley de nada de salir victoriosa de mi patética huida... un carraspeo me hace voltear... poniéndome los pelos de puntas imaginándome su cara... pero al voltearme no me topo con la persona de la que estaba huyendo sino con su hermano mayor

- ¿Porque sales como si te acabaras de revolcar con mi hermano o como si hubieras robado algo? Si es que se puede saber, claro está – dice su hermano haciéndome sentir como una completa idiota

- Perdoné, pensé que se encontraba durmiendo y no quería levantar a nadie – digo nerviosa rascándome la nuca

- Llegue en la madrugada- dice poniéndome a tragar grueso. – Así que si, si te vi dormida con mi hermano en su cama- creo que mas avergonzada no puedo estar en este instante

- Yo lo siento-oo – digo tratando de buscar las palabras perfectas a lo que él me corta dejándome muda

- No quiero respuesta, no me importa sinceramente, solo quiero que todas las noches que vengas hasta que mama regrese, no le pase nada a Alexander, esta claro eso Nerissa? – dice dejándome fría

- Si, señor, no hay problema – digo con un hilo de voz

- Bueno Nerissa, fue un gusto conocerte al fin, así que nos vemos en la noche otra vez, por favor no llegues tarde, tengo asuntos importantes que resolver – dice totalmente neutro

- Lo mismo digo Señor James, No habrá ningún problema – digo dirigiéndome hacia mi auto

Mi cabeza esta a punto de estallar probablemente por la falta de cafeína, pero estoy segura que también se debe al nuevo problema en que me acabo de meter y saber que solo es el comienzo

Esto solo tiene una palabra KARMAAA

Voy solo un día a verlo para saber de el y que me gano, una estadía por dos semanas en su casa cada noche

No es que me queje tanto, seria la envidia de todas las chicas, pero a quien engaño, su actitud me amarga la existencia, es tan engreído que me harta, que sea crea que puede tener lo que quiere. Pero que no crea que gano, me habrá envuelto en esta trampa sin salida, pero de mi él no se escapa