W.O.L.F: Luz de Luna | Libro #2 |

Capítulo 8

Pase mis manos por su pecho con suavidad hasta llegar a su cuello, acercándolo mas a mi haciendo que el beso se volviera más profundo. Derek soltó un suspiro cuando comencé a acariciar su cabello, se alejó un instante para tomar aire y volver a besarme haciendo que me moviera un poco hacia atrás, bajo sus manos hasta mi cintura y me impulso para que pasara mis piernas por su cintura, nunca paro de besarme cuando me llevó hacia el sofá y se sentó dejándome arriba de él, comenzó a dejar besos húmedos por mi cuello obligándome a soltar un gemido. Definitivamente, extrañaba esto.

- Nunca jamás vuelvas a dejarme -Susurro en mi cuello. Yo tomé su rostro para mirarle a los ojos, esos ojos que aun me traen loca.

- Jamás volveré a dejarte -Derek sonrio y tomó mis labios una vez más sin apuro, como si deseaba sentir todo de el. Estaba disfrutando de este momento, lo extrañaba tanto, extrañaba estar así con él, pero un sonido fuerte hizo que me alejara de sus labios, Derek se dirigió a mi cuello para seguir dejando besos en el.

- ¿Escuchaste eso? -Le pregunté con mi voz entre cortada. Él se alejó de mi y presto atención a los sonidos de la noche, el sonido volvió y yo mire a Derek a los ojos, me quitó con cuidado de su regazo y camino hacia la puerta de la cocina viendo hacia el patio.

- ¿Que habrá sido? -Pregunté sentada en el sofá, Derek volteo la mirada hacia mi concentrado en su oído. Me puse de pie intentando escuchar lo que el buscaba y un click llegó a mis sentidos. Derek volteo a mi espalda y luego corrió hacia mi.

- ¡Cuidado! -Me tiró al suelo quedando arriba de mi, solté un quejido porque me lastime al caerme, el cristal de la ventana donde me encontraba parada se rompió. Derek se puso de pie con cuidado, yo estaba por ponerme de pie pero él me detuvo.

- Espera -me advirtió, se acercó a la pared donde una flecha negra estaba incrustada en ella.

- Han intentado matarme dos veces en una noche...-Susurro soltando un gruñido, Derek saca la flecha de la pared y la reviso.

- Tiene acónito- Yo me coloqué de pie y me acerqué a él. La punta de la flecha tenía un color amarillo.

- Que haya vuelto ha sido una mala idea -Dije y Derek me miro - sea quien sea no se rendirá hasta matarme.

- No dejaré que te hagan daño -me mira a los ojos-, y esa siempre será mi promesa-acaricio mi mejilla con su mano libre y yo asentí,  movió la flecha en sus manos estudiándola.

Parece ser que nunca me librare del peligro.

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Mi despertador sonó perturbando mi sueño. Solté un gruñido e intente moverme para apagarlo pero sentí un peso en mi cintura. Una mano se aferraba a ella, recordé lo que sucedió anoche y como Derek término durmiendo conmigo en mi cama. Luego de que pasará lo de la flecha, Derek salió a inspeccionar. Yo subí a mi habitación para esperarlo y no pasó una hora cuando entró por mi ventana advirtiéndome que era muy tarde y que ya debería estar durmiendo. Él iba a quedarse a vigilar pero yo lo obligue a quedarse conmigo y así termine durmiendo sobre su pecho.

Moví su mano con cuidado para no despertarlo. Tenía que correr a desactivar mi despertador porque volvería a sonar y no quiero arruinar el sueño de Derek. Luego iría a tomarme una ducha, tengo que ir a clases.

Estaba por levantarme pero Derek se movió abrazándome completamente dejándome inmóvil.

- ¿A donde vas? -Pregunto con la voz ronca y yo reí.

- Tengo que ir al colegio ¿Lo recuerdas? -él volvió a abrazarme y yo saque como pude mi mano y lo abrace por el cuello.

- No vayas... -Susurro Derek-, quiero que estemos así todo el día.