Capítulo 35

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Cuando vi a Eric lo tuve en mis brazos un buen rato, susurrándole que nunca dejare que nadie le hiciera daño. Mi hermano no entendía porque estaba de aquella forma, pero no podia evitar sentirme tan preocupada por él. Cuando lo deje ir solo le regale una sonrisa para que supiera que todo estaba bien, aunque no era así. Brad quería hacerle daño, pero yo no permitiría aquello. 

Había pasado por la casa de Scott para visitar a mi madre y mi hermano, quería asegurarme de que estaban bien. Estaba en la sala junto a mi madre, Karen y Melissa, Eric estaba jugando en la habitación de huéspedes, con unos juguetes viejos que Scott le habia conseguido. 

- Quiero que vuelvan a Seattle -Comento de la nada, haciendo que Melissa y mi madre me vean sorprendidas.

- ¿Que? Ellie, hija, no creo que sea buena idea -mi madre me ve algo sorprendida.

- Necesito que estén a salvo, Brad sabe que aun están aquí en Beacon Hills y quiere hacerle daño a Eric, no puedo dejar que lo haga.

- Aquí están a salvo -comenta Melissa-. He esparcido ceniza de montaña por la casa, todas las noches la cierro. 

Miro a Melissa en silencio, por una parte eso hace que me tranquilice un poco, pero Brad no se detendrá, no si yo lo detengo primero. 

- Voy a buscar a Brad esta noche, lo hemos planeado los chicos y yo, quiero que estén a salvo mientras no este.

- Ellie, sabes que nunca me opondría si de la seguridad de Eric se trata, pero no podemos volver a Seattle -Mire a mi mamá con la frente arrugada.

- ¿Porque no? ustedes vinieron de visita -ella niega apenada.

- Tenia unas deudas, tuve que vender la casa y pagarlas, no me preocupe del todo porque tenemos otra aquí, iba a decírtelo, pero sucedió lo de Karen y no puede hacerlo.

Sentí como si habían tirado un balde de agua fría en mi cara, la preocupación volvió al mismo tiempo. No se que hacer ahora, no puedo dejar que se queden aquí, es peligroso.

- Tranquila Ellie -dice Melissa llamando mi atención-. Aquí estarán bien. Ve con los chicos y no te preocupes.

- Yo podría quedarme -sugiere Karen, ella se encontraba al lado de mi madre-. Los cuidare.

Asentí hacia Karen y le di una media sonrisa, ella quería ayudar a pesar de todo lo que paso, aun estamos algo distanciadas, pero sin duda, tengo a mi mejor amiga de vuelta. Melissa habia preparado algo de té y nos brindo algunas galletas de avena, aun me sentía algo inquieta, pero acepte tomar el té que hizo que me relajara un poco. Note poco después que la noche ya comenzaba a caer y que los chicos junto a Derek no tardarían en llegar.

Habíamos quedado en salir a recorrer el bosque, para buscar pistas de Brad, quería utilizar mi don para hallarlo, pero siempre quedaba débil luego de una visión y Derek pensaba que no era una buena idea, tenia que hacerle caso, él nunca cambia de opinión cuando de trata de mi. Él estaba un poco extraño, aun no podia sacarme aquello de la cabeza. Era como si sus sentidos de lobo ya no estaban y me preocupaba un poco que esto le estuviera pasando. No hemos tenido la oportunidad de hablar al respecto. Pero se que algo me esta ocultando. 

La puerta principal de abrió llamando la atención de todas, note como Scott y los chicos pasaban a la sala, busque con mi mirada a Derek y el se detuvo bajo el umbral de la puerta, me coloque de pie y fui hasta él para darle un abrazo, me sentía algo nerviosa y debía admitir que también asustada, no sabia cuando Brad atacaría y no podia evitar demostrar lo preocupada que estaba, pero cuando estaba con Derek, me sentía de otra manera, era como si de alguna manera me dijera que todo iba a salir bien.

W.O.L.F: Luz de Luna | Libro #2 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora