W.O.L.F: Luz de Luna | Libro #2 |

Capítulo 38

¿Este es mi fin?

Dos veces me he preguntando aquello en esta noche, cuando creía que habia esperanza, solo algo malo sucedía. 

Hace mucho tiempo, antes de poner un pie en Beacon Hills nunca llegue a hacerme aquella pregunta y ahora solo es eso lo que se encuentra en mi cabeza cada vez que estoy en una situación donde no hay salida. Tengo 18 años, mi vida apenas comienza, tengo los mejores amigos del mundo, tengo a mi madre, tengo a mi hermano, tengo a Derek. Merezco tener mas tiempo junto a ellos, debo luchar, no puedo rendirme. 

Mientras miraba a Brad quien me gruñía en posición de ataque, aun aquella pregunta rondaba mi cabeza. Siempre termino rindiendome y asegurando que es mi fin, pero ya no mas, esta vez tengo que luchar. Así que tengo la respuesta de aquella pregunta;

No, este no es mi fin.

Solté un gran gruñido que surgió desde mi garganta y me transforme al instante, di grandes zancadas mientras corría y saltaba al mismo tiempo sobre Brad. Él no se lo esperaba, mi ataque sorpresa lo tomo desprevenido y aquello me dio tiempo de golpearlo con mis garras enviando sangre a mi camisa, lo golpee con mi pie enviándolo al otro lado de la habitación y me di media vuelta para alejar al cazador de Derek. Él tipo me apunto con su cuchillo, pero lo esquive a tiempo y lo empuje lejos, sabia que aquello seria suficiente para dejarlo inconsciente en el suelo, es humano.

Estaba preparada para cuando uno de los lobos me ataco por la espalda, supe esquivarlo y clavarle mis garras en el cuello, soltó un aullido al instante y yo lo golee en las costillas quitandolo de mi camino para defenderme del otro, que ahora estaba mas enojado por haber acabado con su amigo, quien se desangraba en el suelo. Mi vista estaba borrosa y roja de la rabia, no podia contenerme, solo quería acabar con todo esto, no podia dejar que Brad siguiera manipulando mi vida, no podia dejar que siguiera viéndome como una chica débil. Soy una mujer lobo, la loba que ve el futuro, pertenezco a la manada de un Alfa verdadero. Soy fuerte, mas de lo que creen.

Golpee al hombre con mi puño en el rostro, escuche como su nariz se rompió, él soltó un gruñido y dando una vuelta le propine una patada en su cara enviándolo lejos de mi. Me mantuve en posición de ataque, buscando a Brad. Él estaba colocándose de pie y me miro totalmente enojado, de un lado de su pantalón saco aquella daga que me era familiar. La misma con que mi padre intento asesinarme, en ese momento la ira creció dentro de mi.

- Ahora tú acércate -le dije con un gruñido-, que voy a asesinarte.

Brad soltó una risa sarcástica y gruño corriendo hacia mi, lo esquive con agilidad cuando intento clavar la saga en mi pecho, lo golpee con mi pierna en el estomago haciendo que se encorvara alejándose de mi. Se recupero rápido y con el mango de la daga golpeo mi rostro haciendo que cayera al instante. Me toque la cara notando que tenia sangre en el. Lo mire desde mi posición, Brad tenia una gran sonrisa en su boca.

- ¿Que pasa mi querida Ellie? ¿No te gusta la sangre? 

Río y se acerco a mi con rapidez tratando de clavar la daga una vez mas sobre mi, pero me moví a tiempo colocándome de pie al instante.  Con mis garras intente herirlo, pero supo como esquivarme. El cansancio estaba llegando a mi, el golpe que me dio en el rostro me habia dejado aturdida. Me puse en posición de ataque de nuevo esperando que me atacara y cuando lo hice lo tome del cuello quitándole la daga y tirándola lejos de los dos. Brad soltó una maldición y yo reí.

- ¿Que pasa Brad, te sientes inútil sin tu daga? -solté una risa y eso hizo que su ira creciera.

Con un movimiento se zafo de mi agarre y me tiro al suelo, el golpe me aturdió y comencé a mirar borroso. Él se acomodo arriba de mi y se acerco a mi rostro para gruñir en el, cuando levanto sus garras, mi vista comenzaba a aclararse, a un lado de mi visualice aquella daga, fui ágil y moví mi mano tomándola y clavandola en el pecho de Brad. No lo vio venir, miro la daga en su pecho sin poder creerlo, cuando la saque de golpe cayo a un lado comenzando a toser.