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Wooyoung y Seonghwa salían del lugar, el más pequeño mirando hacia todos lados para encontrar a San. De repente, un chico de baja estatura y hermosa sonrisa se paró frente a ellos.

—Aquí estás, Seonghwa.—Dijo tomando del brazo al rubio.—Me lo llevo por unas horas, si me lo permites.

Wooyoung no entendía, no conocía a ese chico, tampoco sabía porqué quería llevarse a Seonghwa, quien miraba sonriendo al más bajo. Asintió un poco confundido.

—Él es mi amigo, Woo.—Habló su amigo, notando lo confundido que se encontraba el de ojos brillantes.—Podemos ir a tomar el helado mañana, si tú quieres...

Wooyoung iba a responder pero escuchó una voz detrás suyo:

—Descuida, yo iré con él.

San se acercaba a la escena, mirando con una sonrisa a Wooyoung, haciendo que el chico deje escapar un suspiro. Seonghwa frunció un poco el entrecejo pero finalmente asintió, y sin poder decir ni una sola palabra su pequeño amigo se lo llevó arrastrando.

Finalmente, el de lunares miró a San. Este se encontraba revisando su celular, al parecer le escribía a alguien. Cuando el chico notó la mirada sobre él, volteó, encontrándose con un muy adorable Wooyoung que lo miraba con curiosidad. El menor suspiró nuevamente, intentando eliminar aquellos pensamientos que cada vez inundaban más y más su cabeza.

—Cambio de planes, iremos a mi casa.

—¿Qué?—San lo miraba con sus facciones neutras, como si fuera completamente normal llevar a un desconocido a su casa. Aunque Wooyoung no era un completo desconocido...—No, no, mi madre...

—Tu madre ya sabe y tienes permiso, no te preocupes... Te mostraré lo que es divertirse, angelito.

—¿De qué forma?—Los ojos de Wooyoung brillaban.

—No voy a hacer nada que no quieras.

San dejó escapar una risa. Obviamente sería una noche de juegos, pizzas y muchos muchos golpes a Yunho. Pero le gustaba molestar al pequeño. Le parecía una actividad divertida ver como Wooyoung se sonrojaba y sus facciones se deformaban, dejándole saber que estaba batallando con su yo interior para no caer ante los encantos del mayor.

Con delicadeza tomó la mano de Wooyoung, entrelazando sus dedos. Era la primera vez que tomaba la mano de alguien así, ni siquiera con Hongjoong lo había hecho. Pero se sentía bien. Muy bien.
Wooyoung miraba sus manos con un sonrojo en sus mejillas, le gustaba que San lo trate así, tan suave y dulce. Se sentía protegido y feliz. Y eso le encantaba.

Con suaves pasos y balanceando de vez en cuando sus manos entrelazadas, comenzaron a caminar hacia la casa de San, quien minutos antes había amenazado a sus amigos para que tengan todo ordenado y preparen algo de comer. No sabe porqué, pero quería impresionar a Wooyoung.

"Si la casa no está reluciente cuando llegue y no veo un buffet sobre la mesa, los agarraré de las orejas y los voy a tirar al basurero."

—Sannie...

—Dime.

—¿Por qué haces silencio en este tipo de cosas?—El mayor lo miró con el ceño fruncido, no comprendiendo lo que el chico intentaba decir.—Ya sabes, la iglesia, las clases de religión y las oraciones en la escuela. Creí que no te gustaba todo ese tema.

—Soy ateo, no idiota.—Soltó de inmediato, asustando un poco a Wooyoung por lo grave que salió su voz. San al notar eso, acarició la mano del chico con su pulgar, demostrándole que todo estaba bien.—Respeto las creencias de los demás... Que ellos no respeten las mías es una cosa totalmente diferente.

Egoist || Woosan (REMAKE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora