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Pasaron semanas desde lo ocurrido. Wooyoung volvió a vivir con su madre. De vez en cuando esta invitaba a San y sus amigos a cenar. Wooyoung iba a la escuela siempre, pero esos últimos días no se había cruzado con San en ningún momento. Preocupado le preguntó a Chaewon si sabía algo de él, pero ella siempre respondía lo mismo:

—No lo sé, Woo. Yo tampoco he hablado con Hyejoo.

Ese día iría a la casa de San. Pensaba ir solo, pero Jongho no se lo permitió, tenía miedo de que le pase algo a su amigo en la calle.

Ambos chicos caminaban en dirección al lugar en un silencio cómodo. Wooyoung miró el perfil de su amigo y sonrió. Jongho era muy bonito, sus ojos estaban llenos de estrellas, sus labios siempre se veían humedos por los bálsamos que usaba, su nariz era preciosa y su piel acaramelada le daba un toque adorable. No puede negar que en algún momento sintió atracción por el chico... Claro que nunca se lo dijo, pues en ese tiempo aún tenía pensamientos horribles. Se preguntaba si Jongho al fin habría encontrado a alguien que lo haga feliz.

—¿Qué tanto me miras? ¿Quieres besarme?

Wooyoung rió y besó la mejilla de su amigo. Era una acción común desde que su mentalidad cambió. ¿Acaso estaba mal que le demuestre a su amigo cuanto lo quería? Claro que no.

—De hecho sí, sí quiero besarte.

—Pues no pasará, Jung Wooyoung. Yo ya ten... Tú estás con San.—Escondió su cara entre sus manos para que su amigo no note su sonrojo. Wooyoung soltó un gritito, llamando la atención de las personas que pasaban por su lado.

—¿¡Estás saliendo con alguien!?

—¡Deja de gritar!—El chico suspiró, sabiendo que si no decía la verdad Wooyoung lo molestaría con eso por el resto de su vida.—Sí... Su nombre es Yeosang.

—¡Yeosang! Wow, tiene nombre de príncipe...

—¡Lo es, Woo!

—Háblame de él.

Y así fue como Jongho le contó todo sobre el chico. Lo conoció en una de las fiestas de té de su madre. Una de sus amigas llevó a sus hijos. Yeosang, al ser de la misma edad que él, fue casi obligado a pasar la tarde con Jongho. Al principio parecía que iban a matarse, pero se conocieron mejor y ahora se podría decir que tienen una especie de relación.

Entre grititos de Wooyoung, sonrojos de Jongho y saltos de emoción por parte de ambos, llegaron a la casa de San. Esta tenía todas las ventanas cerradas, las luces estaban apagadas y se veía vacía. Wooyoung tragó saliva y se acercó a tocar la puerta. No pasó mucho tiempo cuando una señora bastante mayor abrió, mirando a Wooyoung con curiosidad.

—¿Busca a alguien, jovencito?

Wooyoung miró a su amigo, quien se encogió de hombros. Ambos estaban confundidos. ¿Quién era aquella mujer?

—Yo... Busco a San, Choi San.

La mujer frunció el ceño y negó con la cabeza para luego hablar:

—Aquí no vive ningún Choi San... Tal vez era el dueño anterior. Yo me mudé hace unos días.

La respiración de Wooyoung comenzó a fallar. ¿San se fue? ¿Por qué no le dijo nada? ¿¡Dónde vivía ahora!?

—Oh...—Wooyoung suspiró, aún con una extraña sensación en su pecho.—Lamento... Lamento la molestia, señora. Ya nos vamos...

Los chicos estaban a punto de irse cuando escucharon la risa de la mujer. Voltearon confundidos.

—Sólo estoy bromeando, querido. Pasen, mi nieta fue a comprar. Pero los chicos están arriba.—Wooyoung soltó una risa nerviosa y suspiró exageradamente. Jongho aún no entendía la situación.—Soy abuela de Hyejoo... Estos mocosos se enfermaron. Al parecer comieron pizza por toda una semana y obviamente su cuerpo les hizo una mala jugada.—Los chicos ya habían entrado a la casa, tomando asiento donde la adorable señora les indicó.

Egoist || Woosan (REMAKE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora