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En el verano me había fracturado la muñeca mientras escalaba una pared con un arnés, ahora un yeso decoraba mi cuerpo inhabilitando mi brazo derecho para hacer prácticamente todo lo que usualmente hago.

Cuando volví a casa Jeongguk estaba esperando con Gureum en la esquina, al escuchar mi auto salió corriendo al encuentro, su cara se transformó al verme con un yeso.

¡¿QUÉ TE HA PASADO?!

─ Me caí y me fracturé la muñeca, no es tan terrible─ Abrió sus ojos de la preocupación.

─ ¡Claro que sí! Yo llevo tu mochila— Rápidamente la tomó y siguió caminando— cuando dijiste que ibas a intentar cosas más peligrosas en las vacaciones no pensé que te referías a romper tu cuerpo en pedacitos.

─ Suenas como tu mamá.

Me acompañó hasta adentro y ayudó a mis padres con los bolsos. Fuimos a mi cuarto y dejó mis cosas en el escritorio.

─ Deja de mirarlo... no se va a ir porque lo incomodas.

─ ¿Puedo firmarlo?

─ Claro, pero no pongas nada obsceno, tendré que ir a la escuela con esto.

─ Me ofendes─ Tomó un marcador y empezó a dibujar cositas y a escribir en coreano otras.

─ "Soy una idiota y me quebré la muñeca", ¿es en serio? Infantil.

─ También escribí "Jeongguk es el mejor"




Estuve unos dos meses con el yeso, todos los días iba a la escuela y apenas llegaba Jeongguk tomaba mi mochila y llevaba mis libros, tengo suerte de que sea mi mejor amigo. Por las tardes íbamos a su casa a estudiar, él copiaba los apuntes del día y hacía un duplicado de todos para mí. En forma de agradecimiento le compraba helados y él no se negaba.

Lo bueno de estar con el brazo inhabilitado es que no debo asistir a educación física, me quedo en la banca del gimnasio observando como todos corren y transpiran. Jeongguk es uno de los mejores de la clase y se nota porque siempre sobresale.

Estuve practicando con esmero escribir con la mano izquierda, mi letra es una mierda pero he mejorado bastante. No me gusta que Kooko pierda tiempo haciendo apuntes extra, aprovecho esta hora para copiar todo por mi cuenta. Quiero que mi amigo salga más a menudo con otras personas y el hacer mis apuntes no se lo permite, se lleva muy bien con sus compañeros de taekwondo y los del coro.

Siempre me habla de un chico llamado Jaden, es un año más grande que nosotros y le encantan los videojuegos, la pareja perfecta para Jeongguk. Jenna y yo solemos salir a pasear, la acompaño dos veces a la semana hasta un centro comercial, se ha enamorado de un chico que trabaja en la tienda de materiales de arte. Con la excusa de que tenemos arte en la escuela vamos y nos fijamos los materiales, ella aprovecha para preguntar cosas técnicas a este muchacho. En mi opinión él ya se ha dado cuenta de que Jenna está interesada en él, pero no es estúpido, prefiere hacerse el tonto y ganar una compra que perder un cliente regular.

— ¿De verdad que todavía no has encontrado a alguien que te llame la atención Sam? — Jenna y yo volvíamos de una de nuestras travesías matutinas de la tienda.

— Ya te dije que no, aunque hace poco me vi una película japonesa, "El Castillo Ambulante" y el interés amoroso de Sophie (que es la protagonista), Howl es hermoso— Mi amiga bufó.

— Estoy hablando de gente real, no dibujitos animados. Empezamos un nuevo año escolar... seguro habrá alguien en la escuela que te interese

— Tenemos catorce años... no veo el apuro.

Gracias a Jeongguk ahora tengo mucho conocimiento sobre la cultura coreana, en especial la música. Seguía escuchando Avril Lavigne, en especial este año que luego de un hiatus Avril sacó "Goodbye Lullaby" pero ahora estaba abierta a más artistas asiáticos, como Girls Generation.

Habíamos empezado el octavo grado y cada vez estábamos más grandes, parecía ayer que nos habíamos conocido. Jeongguk salía más frecuentemente con sus amigos y yo lo veía orgullosa como una madre, mi deseo se había cumplido.

Actualmente me estaba concentrando en la lectura, los libros eran una gran compañía, mi mamá me había comprado un ejemplar de "El Hogar de Miss Peregrine para niños peculiares", dijo que le había llamado la atención el título del libro. Me gusta cuando mamá va a comprar y piensa en mí también. Uno de mis nuevos pasatiempos era el debate, había decidido inscribirme en el club de la escuela para fortalecer mis habilidades.




— ¡SAM!— Se escuchó a lo lejos, estábamos en la entrada de la escuela. Junhyun venía corriendo hacia mi dirección, tras el grito todos se giraron a vernos lo que me hizo sentirme bastante incómoda.

— Hola Jun.

— Necesito que me hagas un favor.

— Claro... ¿qué necesitas?

— ¿Me puedes acompañar después de clases al centro comercial? Se acerca el cumpleaños de Jeongguk y quiero regalarle ropa— La petición me agarró algo desprevenida, él nunca me había propuesto salir sin la presencia de Kook.

— Está bien, te espero.

— Genial, gracias— Me apoyó una de sus manos en el hombro y sonrió para luego marcharse. Jenna vino corriendo con los ojos bien grandes.

— ¿¡Qué te dijo!?

— Me pidió ayuda para comprarle el regalo de cumpleaños a Jeongguk.

— ¿Y nada más? — Arqueé una ceja sin entender.

— No...

— Ay Sam... ese chico gusta de ti.

— ¿¡QUÉ!? — La miré con el entrecejo fruncido. ¿Estaba loca? ¿Cómo Junhyun iba a gustar de mí? ¿Estábamos hablando del mismo Junhyun verdad?

— ¿Por qué te pediría ayuda con el regalo? Puede hacerlo tranquilamente él solo, es una excusa para salir sin que su hermano esté en el plano.



𝕊𝕚𝕘𝕟 𝕃𝕒𝕟𝕘𝕦𝕒𝕘𝕖 ♥ 𝕛𝕜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora