Por Cada Flor Marchita

𝐏𝐫ó𝐥𝐨𝐠𝐨

Siempre me he preguntado.... ¿Porque Sucrose esta tan metida en sus estudios de Bioalquimia? No es que no ayude, solo me preocupa su salud física, dormir muy poco cansa al cuerpo y lo debilita ¿Necesita un descanso?
Dirigí mi mirada hacia la chica de cabellos verdes, la cual era cubierta con una manta de luz por el sol que hacia en esos momentos, trate de hablarle con un tono calmado para no alteralda o asustarla...

— Últimamente andas muy metida en esos libros ¿Que es lo que tanto buscas? Quizás pueda ayudarte -acerque mi cara al libro-

Me sorprendio la velocidad con la que había cerrado el libro, parecía estar muy inquieta y preocupada, su mirada no era calida como otros días y aparte de ello a estado actuando bastante raro ¿Le habrá pasado algo?
Ella empezó a mumurar cosas sin claridad y salió de la habitación junto al libro, decidí acompañarla pues en el estado que la veo no me parece nada sano...

— ¡Sucrose! -grite- Espera un momento... ¿Que es lo que tanto te preocupa? Podría ayudarte

Ella volteo rápidamente pero tenía una mirada vacia, triste y desolada... Me acerque un poco para verificar si se encontraba en condiciones para trabajar, pero lo que no esperaba era sentir una temperatura helada al estar en contacto con su piel, parecía la de un muerto....
Baje mi mirada hacia su cintura y ví algo que me dejó helado.... Estaba toda ensangrentada, callo repentinamente entre mis brazos y la sujete con fuerza, la luz de su visión parecía desvanecerse poco a poco ¿Que se supone que debía de hacer? La cargue llevándola lo más rápido a la catedral y avisarle con desesperación a Bárbara que la ayudará, pero llegue demasiado tarde, la rubia salió con los ojos llenos de lágrimas y haciendo una señal de negación ¿Acaso.... Ella había.....? No.... ¡No puede ser posible! ¡¿En que momento?! ¡¿Como no me di cuenta?!
No quieria aceptarlo, tampoco lo podría hacer, entre a la habitación con rapidez y la ví.... Su piel estaba pálida como la nieve, ya no respiraba o se movía.... era totalmente fría, no había ningún lugar de su cuerpo que conservará algo de calor, me acerque tambaleando hacia su camilla.

— ¿Porque.....? -salían lágrimas de mis ojos- No ví tu herida a tiempo.... ¿Porque no dijiste nada?...

Me senté al lado de la camilla donde se encontraba hechada, arrugue las sabanas por la colera junto a la frustración que sentía en ese momento, miles de preguntas aparecían y se desvanecían a los segundos ¿Que pasó exactamente? ¿Como ocurrió esto?
Estaba totalmente desanimado, roto por dentro, una presión que me hacia sentir culpable y que fue aumentando a los minutos... La sensación era demasiado para mi, me balancie hacia el cuerpo de la chica y lo abraze con fuerza mientras, cerré mis ojos lloraba en ella lamentando su muerte...

De un momento a otro, siento que alguien me estaba moviendo, como si tratara de despertarme.... Era ¿Klee? ¿Que demonios hacia en este lugar?

— Hermano Albedo, hermano Albedo ¿Por que estas llorando? -pregunto con inocencia-

Desvíe mi mirada he intente buscar una excusa, pero era imposible, la muerte de Sucrose me estaba afectando demasiado, cuando mire alfrente me di cuenta de que su cuerpo ya no estaba y entre en desesperación.

— ¿Donde esta ella?
— Oh, hablas de Sucrose -puso un dedo en su boca demostrando duda- Ella esta detrás de mi -la señalo-

¿De verdad era ella? Me acerque lo más rápido que pude y la abrace con fuerza mientras lágrimas caían por mis mejillas, la cara de confucion que puso me dio algo de gracia pero el sentimentalismo no dejaba reirme...

— M-MAESTRO ALBEDO -se cubrió la cara dejando caer el libro que estaba leyendo-
— Me alegra verte bien.... -escondí mi rostro entre su cuello- No vuelvas a asustarme asi...

Claramente, estaba tan distraído que Klee parecía intentar procesar lo sucedido, pero al final nos dimos los 3 un cálido abrazo. Me alegro mucho de que solo halla sido "Una pesadilla"

¿O solo era el comienzo del de un futuro desolado cubierto por sufrimiento y desesperación?