Jeonghan parece tenerlo todo bajo control hasta que se une al club de teatro de la escuela para no reprobar literatura.
Su profesor, Joshua Hong es un hombre talentoso y atractivo pero arrogante y exigente que no está dispuesto a dar el brazo a torc...
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Los ojos de Jeonghan se fueron abriendo de a poco, lo primero que vieron fue la ventana de la habitación. Se movió un poco y sintió el agarre del brazo de Joshua alrededor de su cintura ligeramente marcada, se habían quedado dormidos abrazados. Sonrió ligeramente, entonces le dio una punzada en la cabeza y se volteó con la intención de ignorarlo y volver a dormir, pero su estómago se sacudió de forma brusca y todo lo que contenía se le subió a la garganta, obligándolo a levantarse para ir al baño corriendo.
Estando ahí, se arrodilló junto al retrete para expulsar todo el alcohol que había ingerido la noche anterior. Dejó de vomitar y respiró con rapidez para recuperar la energía, y justo en ese momento, una arcada lo hizo vomitar una vez más.
Joshua entró al baño desconcertado, pero al ver que Jeonghan estaba vomitando, se quedó al lado suyo a esperar a que terminara.
─¿Te sientes mejor?
Su voz le hizo saber a Jeonghan que estaba ahí, y al darse cuenta de que sólo llevaba puesta la ropa interior, se removió inquieto en un vago intento de cubrirse.
─Me duele la cabeza.
─No tienes que cubrirte, anoche lo vi todo de ti ─comentó como si nada, provocando que el castaño se sonrojara─. Iré a traerte una pastilla para el dolor.
Jeonghan tiró de la cadena del inodoro y se levantó rápido, logrando que su cabeza diera vueltas. Hizo una mueca, resignándose a caminar despacio hacia la habitación, donde buscó su pantalón y lo encontró tirado sobre el escritorio al otro extremo de la habitación. Se lo puso pensando en la brusquedad con la que había tenido sexo con Joshua anoche.
─Ten.
Joshua le tendió el vaso con agua y una píldora para el dolor de cabeza que Jeonghan aceptó sin reproches. Sentía que iba a explotar en cualquier momento.
─Gracias.
─No es nada.
─¿Por qué tú no estás vomitando? ─preguntó con el ceño fruncido al caer en cuenta de ello.
─No tomé mucho anoche ─se alzó de hombros.
─Recuerdo haberte visto tomando shots de vodka.
─Pues digamos que mi resistencia es mayor que la tuya ─dijo seguido de una sonrisa arrogante.
─Como sea ─bufó rodando apenas los ojos─. ¿Qué hora es?
─Es casi el mediodía.
─Tengo que volver a casa, mamá debe estar preocupada ─abrió los ojos en grande mientras atinaba a buscar su camisa.
─No te vayas, por favor ─pidió. Jeonghan se quedó inmóvil por unos segundos mientras procesaba lo que acababa de decir, y es que no entendía porqué quería que se quedara ni porqué había dicho por favor.
