Jeonghan ignoró olímpicamente lo dicho por Joshua y siguieron hablando sin saber la hora, lo único que les importaba en ese momento era reír y pasarla bien el uno al lado del otro.
Eso hasta que Jeonghan empezó a bostezar. Aunque al principio dijo que no era nada, los bostezos se hicieron más seguidos y no le quedó otra opción que aceptar la propuesta de Joshua e ir a casa, por más que quisiera quedarse con él el resto de la noche.
Joshua lo acompañó a la parada más cercana y subió con él al taxi en caso de que se durmiera en el camino. El castaño se negó, por supuesto, pero no estaba de ánimos para discutir así que terminó aceptando.
Jeonghan le dio la dirección de su casa al conductor y este empezó a andar. El movimiento del auto más la serenidad de la noche hicieron que poco a poco se fuera rindiendo ante el sueño con la cabeza apoyada en la puerta del auto.
Joshua no tardó en darse cuenta de que se había dormido y no quiso despertarlo, después de todo, tardarían un rato en llegar. Lo acomodó con cuidado para que quedara con la cabeza sobre la curvatura de su hombro y no en la fría puerta que estaba en constante movimiento.
Así estaba mejor.
Le dedicó una mirada de cerca. Tenía el cabello desordenado y los labios entreabiertos, dejando salir respiraciones lentas y sonoras. Sus ojos cerrados se veían hermosos, le transmitían una increíble sensación de paz.
Jeonghan era una maldita obra de arte.
Y Joshua sonrió porque era afortunado de poder admirarlo a detalle.
Justo en ese momento, un ronquido salió de sus labios, provocando que se despertara y arruinara por completo la atmósfera tierna que Joshua había creado en su mente.
En cuanto Jeonghan se dio cuenta de que había estado durmiendo en el hombro ajeno, se reincorporó para quedar sentado derecho.
─¿Ya llegamos? ─preguntó algo aturdido por el sueño, mirando las calles.
─No, aún falta. ¿Quieres seguir durmiendo?
─No.
A Joshua no le costó entender que estaba avergonzado por dormir sobre su hombro, pero decidió dejarlo tranquilo para no incomodarlo aún más.
Al cabo de unos minutos llegaron y Joshua le pidió al conductor que lo esperara en lo que acompañaba a Jeonghan hasta la puerta.
Después de tocar el timbre, Eunhye les abrió.
─¡Chicos! ¿Cómo la han pasado? ─preguntó alegremente.
─Bastante bien, señora Yoon. Pero me temo que a Jeonghan le ha dado sueño, así que lo traje a casa.
─No puede ser, qué amable eres ─dijo, tomando la mano de su hijo para hacerlo entrar─. ¿Te gustaría pasar?
─Me encantaría, pero no puedo. El taxi me está esperando ─señaló hacia atrás.
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Behind the scenes ✧ Jihan
Fiksi PenggemarJeonghan parece tenerlo todo bajo control hasta que se une al club de teatro de la escuela para no reprobar literatura. Su profesor, Joshua Hong es un hombre talentoso y atractivo pero arrogante y exigente que no está dispuesto a dar el brazo a torc...