CarissaSalgo de la casa intentando seguir el paso de Matthew, pero es difícil caminar con tacones estos terrenos, ahora entiendo a lo que se refería en la cocina. Como puedo me las arreglo para seguirlo.
Primero llegamos a las cabañas de alojamiento para huéspedes,son pequeñas cómodas y funcionales, me pierdo un poco mientras Matthew me explica las condiciones de cada una y lo que se necesita para que estén en óptimas condiciones y sobretodo habitables.
Caminamos hacia las caballerizas y no me lo creo al ver los especímenes con los que contamos, un pura sangre de color negro llama mi atención y me acerco, acaricio su sedoso pelaje y se deja hacer, tan manso y tan hermoso.
-Me impresionas, Zeus no deja que nadie más que yo lo toque- dice con su tono brusco -nadie más ha podido montarlo.
-Adoro los caballos- digo ensimismada en el animal -el puede sentirlo, sabe que no haría nada para dañarlo.
-Mejor continuamos- me corta y avanza nuevamente, me despido en silencio de Zeus e intento seguir al ogro.
Llevamos largo rato caminando, ya no tolero mis pies, me están matando. Veo un árbol del cual cuelga un columpio y aprovecho que Matt está conversando con sus ayudantes para sentarme y liberar mis pies, los masajeo sintiendo alivio.
-¿Qué crees que haces?- su voz de ogro me sorprende.
-Descanso un poco, ¿No lo ves?- replico.
-Levantate- ordena y reanuda su marcha por lo que me veo obligada a seguirle.
Creo que ya no doy para más, Matt no deja de hablar sobre el Rancho mientras caminamos, de pronto un fuerte olor se cuela en mis fosas nasales.
-Aquí tenemos varios cerdos- explica Matt me acerco y no logro soportar el olor, salgo disparada y aterrizo sobre mis rodillas devolviendo todo el almuerzo.
-Uy! Eso si que es asqueroso- me siento mareada entre las nauseas y la vergüenza de que me vea así -Toma.
-Gracias- digo aceptando el pañuelo que me ofrece.
-Creo que es tiempo de volver si apuramos el paso llegaremos antes de que oscurezca- mi cara debe ser un poema.
¿Apurarnos? ¿Acaso no ve como estoy?
Creo que en cualquier momento voy a desfallecer. El sonido de un claxón nos hace girar a ambos.
-¿Como están muchachos?- nos saluda el Sr. Oxford.
-Muy bien gracias- respondo antes que el ogro.
-Me dirigía hacia el rancho Carissa, quería presentarte a mi sobrina Valeria- me sonríe el anciano.
-Que gusto, justo nos dirigíamos hacia allá, Matt me mostraba las tierras- explico.
-Ya veo, ¿Donde dejaron la camioneta?- pregunta.
-No la he traído- responde Matt.
-No me lo creo, andas a caballo con esas pintas niña- se carcajea.
-La verdad llegamos hasta aquí andando- me sonrojo.
-¿Como?- la mirada reprobatoria que el viejo Oxford lanza hacia Matt no pasa desapercibida para mí - Bueno, es una suerte que haya decidido venir,suban a la camioneta yo los llevaré de regreso.
Al legar a la casa me disculpo para ir a asearme y cambiarme de ropa, pero sobretodo para quitarme estos zapatos. Me deshago de ellos y casi lloro al verlos, están arruinados. Estoy cansada y mi pies dueles horrores pero no quiero plantar al Sr. Oxford que ha sido tan amable conmigo.
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Carissa
RomanceCarissa despierta un día y su peor pesadilla se ha hecho realidad, no hay dinero, ni tarjetas de crédito, nada, solo el testamento de sus abuelos con una propiedad en ruinas, vender es su única opción para recuperar su costosa vida. Matthew es un ho...