Capítulo 3

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Carissa

Salgo de la casa intentando seguir el paso de Matthew, pero es difícil caminar con tacones estos terrenos, ahora entiendo a lo que se refería en la cocina. Como puedo me las arreglo para seguirlo.

Primero llegamos a las cabañas de alojamiento para huéspedes,son pequeñas cómodas y funcionales, me pierdo un poco mientras Matthew me explica las condiciones de cada una y lo que se necesita para que estén en óptimas condiciones y sobretodo habitables.

Caminamos hacia las caballerizas y no me lo creo al ver los especímenes con los que contamos, un pura sangre de color negro llama mi atención y me acerco, acaricio su sedoso pelaje y se deja hacer, tan manso y tan hermoso.

-Me impresionas, Zeus no deja que nadie más que yo lo toque- dice con su tono brusco -nadie más ha podido montarlo.

-Adoro los caballos- digo ensimismada en el animal -el puede sentirlo, sabe que no haría nada para dañarlo.

-Mejor continuamos- me corta y avanza nuevamente, me despido en silencio de Zeus e intento seguir al ogro.

Llevamos largo rato caminando, ya no tolero mis pies, me están matando. Veo un árbol del cual cuelga un columpio y aprovecho que Matt está conversando con sus ayudantes para sentarme y liberar mis pies, los masajeo sintiendo alivio.

-¿Qué crees que haces?- su voz de ogro me sorprende.

-Descanso un poco, ¿No lo ves?- replico.

-Levantate- ordena y reanuda su marcha por lo que me veo obligada a seguirle.

Creo que ya no doy para más, Matt no deja de hablar sobre el Rancho mientras caminamos, de pronto un fuerte olor se cuela en mis fosas nasales.

-Aquí tenemos varios cerdos- explica Matt me acerco y no logro soportar el olor, salgo disparada y aterrizo sobre mis rodillas devolviendo todo el almuerzo.

-Uy! Eso si que es asqueroso- me siento mareada entre las nauseas y la vergüenza de que me vea así -Toma.

-Gracias- digo aceptando el pañuelo que me ofrece.

-Creo que es tiempo de volver si apuramos el paso llegaremos antes de que oscurezca- mi cara debe ser un poema.

¿Apurarnos? ¿Acaso no ve como estoy?

Creo que en cualquier momento voy a desfallecer. El sonido de un claxón nos hace girar a ambos.

-¿Como están muchachos?- nos saluda el Sr. Oxford.

-Muy bien gracias- respondo antes que el ogro.

-Me dirigía hacia el rancho Carissa, quería presentarte a mi sobrina Valeria- me sonríe el anciano.

-Que gusto, justo nos dirigíamos hacia allá, Matt me mostraba las tierras- explico.

-Ya veo, ¿Donde dejaron la camioneta?- pregunta.

-No la he traído- responde Matt.

-No me lo creo, andas a caballo con esas pintas niña- se carcajea.

-La verdad llegamos hasta aquí andando- me sonrojo.

-¿Como?- la mirada reprobatoria que el viejo Oxford lanza hacia Matt no pasa desapercibida para mí - Bueno, es una suerte que haya decidido venir,suban a la camioneta yo los llevaré de regreso.

Al legar a la casa me disculpo para ir a asearme y cambiarme de ropa, pero sobretodo para quitarme estos zapatos. Me deshago de ellos y casi lloro al verlos, están arruinados. Estoy cansada y mi pies dueles horrores pero no quiero plantar al Sr. Oxford que ha sido tan amable conmigo.

CarissaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora