1.1K 122 10
                                    

Después de que aquél chico creído intentará más de una vez poder llevar a su casa a la joya del lugar Jay Park decidió que era bueno darle un premio a su chico Porque
ahora tendría un cliente fijo.

Fue directo a la habitación del menor y abrió rápidamente esperando a que aquel chico intentará de nuevo ir a sus brazos sin embargo eso nunca pasó porque cuando entró a la habitación estaba vacía, no
comprendía nada se suponía que su joya debería estar ahí guardada como siempre pero no era así.

Cómo si de eso dependiera su vida salió de la habitación y ordenó que todas y cada una de sus trabajadoras mayores hiciera una fila en la sala, nadie saldría de ahí a menos no vivo si no encontraba a su chico.

-¡¿Donde mierda está mi Joya?!- grito con furia haciendo que los presentes bajaran la cabeza, pero nadie respondió. -¿Nadie hablara?,
Muy bien entonces todos aquí se mueren.

Le fue entregado un revólver
mientras escuchaba algunas
súplicas en las que aseguraban no saber nada respecto al niño.

-se que entre ustedes hay un
culpable y gracias a él, todos se van a morir- soltó lo útimo con una sonrisa escalofriante.

No tenía nada que perder, esos trabajadores ya no tenían muchos clientes debido a su edad, y claro que se iba a deshacer de ellos de
todas formas.

En alguna ida a la ciudad podría conseguir más "mercancía" y todo estarías más que perfecto, ahora solo le importaba encontrar su
joya.

-última oportunidad, ¡¿Dónde mierda esta mi joya?!- Justo cuando apunto a la cabeza de una mujer al azar una voz le impidió actuar.

-yo sé dónde está ese niño- una joven rubia hablo ganándose de inmediato un golpe que solo le hizo sonreír.

-¿Qué es lo que esperas para
decirme dónde está?

-no te confundas Park, el niño no volvera a pisar este maldito infierno- dijo aquella rubia con una sonrisa retadora en su rostro ganando un golpe que le hizo caer al piso.

-¿Quieres morir Lía?, Solo eres una maldita perra, ¡Dime donde carajo está YoonGi!- Soltó aún más
enfurecido que hace un momento.

-¡No lo sé!, Pero seguramente ya tenga una familia o este del otro lado del mundo muy lejos de Seoul- contestó con ilusión en sus palabras, ganando otro golpe.

-¡No quieras hacerte la maldita heroína!, ¿Quién lo tiene?- cargo su arma para meterle miedo a la rubia sin embargo no logro, aquella rubia disfrutaba de la
desesperación de Park.

-¿En serio crees que te diré?- una gran sonrisa se hizo presente en su rostro, -lo tiene alguien que en estos momentos lo está cuidando
como tú nunca supiste-

Un golpe más le hizo saber que ya no había vuelta atrás pero está bien a ella ya no le importaba, ella sabía perfectamente lo que era vivir en ese lugar desde que a los 17 años la arrebataron de los brazos de su madre.

Una deslumbrante sonrisa
apareció en los labios de Park haciendo que el magullado cuerpo de la rubia temblará en el suelo
antes de recibir varios golpes en su estómago y piernas.

-este es el lugar al que esa pequeña perra pertenece, ¿Me oíste? Su destino es morir aquí justo como lo aras tú- apuntando a la cabeza de la rubia Jay sonrío.

-h-has lo que quieras- Bacilo
aquélla rubia sabiendo su destino pero sin duda se iría feliz de haber ayudado al blanquecino.

-siempre lo hago- respondió
tajante disparando sin
remordimiento alguno directo al cráneo de la rubia.

Lía había dado su vida para qué el menor Min, no viviera una vida de esclavitud.

-Quiero que busquen a Min Yoongi, por toda la ciudad y si es necesario por todo el mundo, ¡Quiero de regreso a mi hijo!.

🤺

PARADISE   {BTSXYOONGI}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora