Capítulo 4

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Yuri se encontraba dormido, se había desvelado para poder terminar lo que le faltaba de la actualización, eran cerca de las 8 de la mañana cuando escucho que tocaban el timbre de la puerta. Reviso el reloj en el mueble a un lado de su cama, se froto los ojos y volvió a dormir tratando de ignorar el ruido.

El ruido ceso por unos segundos, en seguida comenzó el sonido de su celular. Bufo molesto y contesto.

¿Sigues durmiendo?— pregunto  aquella voz como si se estuviera burlando, Yuri miro la pantalla.

—¿Mila? ¿Qué quieres?— pregunto molesto.

Que me abras la puerta— respondió.

Yuri se enderezo rápidamente, tardo unos segundos en reaccionar y se puso rápidamente las pantuflas para bajar. 

—¿Estas aquí?— pregunto bajando las escaleras. 

Si, ábreme la puerta que esta haciendo frio— se quejo la chica.

Yuri colgó la llamada y abrió la puerta encontrándose con su amiga.

—¿Qué haces aquí?— le pregunto malhumorado.

—A mi también me alegra verte— dijo entrando a la casa, se quito los zapatos y fue hacia la sala.

—Por supuesto que me alegra verte, simplemente no entiendo como es que abandonaste tu hermoso departamento en Rusia para venir aquí— respondió cerrando la puerta.

—Bueno... quería verte, estaba aburrida...— dijo sentándose en el sofá.

—Te expulsaron de la universidad ¿cierto?— interrumpió Yuri sentándose a su lado.

—Por eso eres como un gato, tienes un sexto sentido— dijo cruzando los brazos.

—¿Por qué te expulsaron?— Mila bufo molesta.

—Había un tipo que molestaba a otros, así que le di directo en las bolas con un taser y lo mande a un hospital— explicó con una risa.

—Me alegro que al menos haya sido por una buena causa— dijo Yuri con una sonrisa.

—Sabes que soy buena con las venganzas y por eso estoy aquí... Creo que tengo una cuenta pendiente con ese tal Jean— dijo cruzándose de brazos.

—Créeme que no vale la pena... Lo que menos quiero es que piense que me importa lo que hizo— respondió recargándose en su brazo.

—Pero me importa a mí— se quejo Mila.

—No vale la pena... En serio— dijo divertido.

—De acuerdo... Pero será mejor que no me cruce con ese idiota porque no podré contenerme de gritarle— dijo frustrada.

—¿Te quedaras aquí?— pregunto al no ver alguna maleta.

—Compre una pequeña casa cerca de aquí, daré una fiesta el próximo fin de semana para estrenarla— dijo alegremente.

—Solo que sea pequeño ¿de acuerdo? Porque aunque no conozcas a nadie de por aquí siempre terminar invitando a desconocidos— advirtió tomando su celular de la mesa.

—Si... Prometo tomar en cuenta tu petición— Yuri la miro con los ojos entrecerrados.

—Vamos a verla... Y te invito a desayunar— propuso la pelirroja muy animada.

Yuri blanqueo los ojos y acepto, después reviso el mensaje que le había llegado hace unos momentos.

–.–

[Otabek] <8:20> Buenos días, Yuri, espero tengas un buen día

[Otabek] <8:21> Sigo castigado así que quería pedirte si me puedes prestar tus cuadernos de apuntes

SaviorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora