Capítulo 5

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—Bueno... Tus padres están medio molestos— respondió Mila regresándole si teléfono.

—Uno dice que esta bien que hayas defendido a tu amiga y él otro dice que pelear no era la solución— dijo sentándose en el sofá.

—Como sea... Me dijeron que estas castigado hasta que regresen el fin de semana y arreglen las cosas contigo— Yuri suspiro y se sentó a su lado.

—Estas muy oxidado... Antes lo máximo que te hubieras llevado era un labio roto— se burlo la pelirroja.

—Si, bueno... Ese estúpido tomo ventaja, en realidad no quería pelear— respondió con simpleza.

—¿Y al menos te lo agradecieron?— pregunto Mila cruzando los brazos.

—No, de hecho, creo que la chica me odia— dijo divertido.

—¿Entonces por qué te tomas la molestia?— se quejo.

—Porque es lo correcto, tal vez se me salió de las manos y termino en pelea, pero lo correcto es ayudarla— respondió.

—Te oyes como tu padre— dijo divertida. Yuri se levantó un poco para golpearla en el hombro.

—Lo malo es que te perderás la fiesta— dijo cruzando los brazos.

—Espero que lleguen el viernes y así al menos ir un momento— dijo tranquilamente.

—Ya es tarde, debería de regresar porque todavía tengo que actualizar— dijo poniéndose de pie.

—¿Aún dibujas eso?— pregunto la pelirroja.

—Si, de hecho gracias a ello conocí a Otabek— respondió con una sonrisa.

Mila sonrió y se puso de pie, llevo a Yuri hasta su casa y luego regreso no sin antes recordarle qué debía ponerse hielo en el ojo.

Yuri estaba en la sala junto con su tableta, mirando los diversos comentarios sobre el capítulo de hoy y sonrió. Acababa de aceptar la propuesta del comité que organizaba el evento, aunque era a unas dos horas de distancia, en la ciudad donde trabajan sus padres, valía la pena.

Se encontraba mirando una serie cuando escucho el timbre de la casa, se puso de pie y fue a abrir sin dejar de tener la compresa fría en el ojo. Sonrió al ver a Otabek afuera quien lo miraba con cierta preocupación.

—¿Cómo estás?— pregunto Otabek subiendo los escalones.

—Podría estar peor— dijo con simpleza señalando que entrará.

—Si sigo poniéndome hielo no se hinchar a del todo, aunque puede que se ponga morado— dijo quitándose la comprensa un momento.

—Gracias por defender a Emma— dijo Otabek sentándose en el sofá de la sala.

—No es nada, no era algo de no pudiera hacer por alguien más, no me gusta ver que alguien es intimidado por otro— respondió.

—Ammm... ¿Y era cierto? Lo de... Lo que dijo tu amiga— pregunto tímidamente, Yuri sonrió.

—Fue en un momento en que mi vida estaba de cabeza, me metía en constantes problemas— explicó tranquilamente.

—Obviamente cambie, pero aun así es un tiempo que no me gusta recordar— dijo con cierta melancolía.

—Entonces me quedaré con la historia de la señora molesta— dijo Otabek tratando de borrar el ambiente, Yuri lo miro unos segundos y sonrió con simpleza.

—¿Quieres quedarte un rato?— pregunto encogiendo las piernas.

Otabek acepto y se quedaron en el sofá, en algún momento Yuri terminó recargado en su hombro, casi abrazados, en silencio y mirando una película en la laptop. De vez en cuando se daban caricias, se sonreían cuando se miraban y también compartían algunos besos en las mejillas o en la frente.

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