ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɪɪ

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𝐵𝑎𝑏𝑖𝑙𝑜𝑛𝑖𝑎 575 𝑎

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𝐵𝑎𝑏𝑖𝑙𝑜𝑛𝑖𝑎 575 𝑎.𝐶.


Ultimadamente, las emociones positivas se manifestaban en Themis, quizas era por cierto eterno o porque tenia amigos, la verdad, ambas cosas la hacían sentir feliz y amada.


Coloco sus manos en el árbol seco, dejando ir sus sentimientos, pronto el árbol tomo color y vida, sus emociones fueron tan fuertes que alcanzo en un radio de 5 metros alrededor del árbol, crecieron florecitas, los pequeños niños jugaron a su alrededor, embelesada convivía con los infantes, Sersi le había comentado que esa era su parte favorita de la misión, convivir con los humanos, era extraordinario conocerlos.


–Oh no, se la va a llevar. –dijo una pequeña mientras se aferraba a la pierna de Themis, Druig había aparecido para practicar con la emociones de la eterna, Ajak recomendó entrenar para poder aportar más al equipo. 


Con lentitud tomo la corona de flores que había hecho y se la puso en la cabeza a Druig.
– ¿Qué dicen niños? ¿Le da bien o es muy colorido? –pregunto mientras contenía una risa ante la expresión de Druig, la ultima vez que hablaron la eterna prometió hacer un accesorio que le color a su traje, porque para Themis, Druig no debía vestir como la Parca.


–No, no, no, definitivamente no. –contestaron los pequeños.


–No sean crueles con Druig, también tiene sentimientos muy, pero muy en el fondo. –bromeó, Druig se quito la corona y se la coloco a ella, parecía embrujado ante la belleza de Themis, esa mirada, sus labios, no había duda de que la eterna iba a ser su perdición. Pronto un puchero se formo en su rostro, simulando un enfado, se suponía que era para Druig, no para ella, además a los ojos de Themis, Druig y la corona de flores azules se veían muy tiernos juntos, hacían a su corazón latir acelerado.


–Themis, no te enojes por favor. –suplico dulcemente, mientras ella caminaba lejos de él, aparentemente enojada, solo quería que Druig usara lo que ella había hecho para él. –Bien, usare esa corona, pero no te enojes. –La detuvo sosteniéndola de la cintura, cuando volteo, vio unos ojitos de gatito bajo la lluvia cristalizados, con rapidez se coloco el regalo de Themis, ocasionando una sonrisa en la eterna.  –Pequeña manipuladora. –aludió causando que la eterna ría a carcajadas.


–Arishem no se equivoco al juntarlos. –Sonrió Ajak, mientras los observaba a lo lejos, eran el complemento perfecto. 


–Es mucho romance para mis ojos. –burló Phastos, tenía suficiente con Sersi e Ikaris. 


... 𝔣𝔬𝔯 𝔢𝔱𝔢𝔯𝔫𝔦𝔱𝔶? ── ᴱᵗᵉʳⁿᵃˡˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora