| My Queen | [2]

Chapter sixteen

— ¿Y? ¿Ya hablaste con él? —pregunta Freya caminando junto a Loki, hace unos minutos el Gran Maestro los había llamado para que vieran la pelea, seria la primera y ultima vez que verían al famoso contrincante. 

—Claro que lo hice—responde al instante y con un leve titubeo, haciendo que la pelirroja lo mirara desconfiada. — ¿Por qué me miras así? Hablé con él y le expliqué por qué no pudimos sacarlo enseguida. Es más, le dije sobre lo fuerte que era el luchador del Gran Maestro y aún así no me hizo caso.

— ¿Y... —alza una ceja, esperando que Loki prosiguiera.

—Y que teníamos un plan para salir de aquí—responde el pelinegro desviando la mirada, ahí supo que estaba mintiendo. —Debemos esperar--

—Loki, ¿acaso me estás mintiendo?

—No, claro que no. ¿Por quién me tomas? —inquiere ofendido, Freya rueda los ojos y se coloca en frente de él para detenerlo. — ¿Qué haces?

—Eres el dios de las mentiras, ¿cómo sé que no me estás mintiendo? 

— ¿Sabes? Ese es un nombre muy sobrevalorado, porque nunca te mentiría—acota Loki agarrando las manos de la pelirroja, pero esta solo bufa. 

—Así como me mentiste sobre tu muerte—afirma con un tono de voz átona.

—Ya sabes por qué lo hice—ataca, soltando las manos de Freya. —Pensé que me habías perdonado por eso.

—Y lo hice, pero has intentado desviar el tema de Thor, eso lo haces cuando estás mintiendo—murmura cruzándose de brazos y con el ceño levemente fruncido. —Me prometiste que iríamos a Asgard.

—Y aun está la promesa, pero no tenemos ningún plan y ni siquiera tenemos apoyo—comenta Loki volviendo a estar en frente de Freya, Loki suspira cuando ve que no dirá nada. —Mira, te amo y sabes que haría lo que fuera por ti, pero no podemos simplemente lanzarnos a esa batalla si no tenemos ningún plan.

Freya tensa la mandíbula y desviando la mirada sabiendo que él tenía razón. —Bien, pero aún estoy molesta contigo porque me mentiste.

Se gira golpeando el rostro de Loki con su cabello para ir a la zona VIP para ver la pelea. El pelinegro sonríe travieso, amando con más fervor a la pelirroja; porque sí, lo volvía loco.

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