7

3.3K 372 143
                                    

La música y el alcohol empezaban a alocar a los adolescentes que festejaban dentro de la gigantesca casa del tan conocido Hwang Hyunjin, famoso por hacer las mejores jodas todos los findes.

Sunoo y Jake se dirigían a cierto grupo de amigos, cada uno con un motivo en particular.

Jake para alejar a Sunghoon de ese chico con el que el rubio mantenía una conversación, ya que no soportaba ver a su "amigo" con otros chicos, aunque no pudiese aceptarlo.

Sunoo, por su parte, buscaba acercarse más a aquel chico que le interesó unas horas atrás, que aunque jamás lo aceptaría, lo estuvo buscando por toda la fiesta pero no lograba encontrarlo. En un momento llegó a creer que se había quedado encerrado en el baño, lugar donde lo vió por última vez. Pero ahora, se estaba acercando a su grupo de amigos, todo gracias a Sunghoon que terminó socializando con uno de los que, aparentemente, era el amigo del hermoso chico que no podía dejar de mirar.

Cuando Ni-ki notó la entrada de dos personas más a el living, en donde la fiesta no era tan ruidosa y había más espacio para hablar o tomar sin la necesidad de bailar, pudo divisarlo. Ahí estaba, con un vaso de lo que sea que estuviese tomando en la mano, el hermoso chico rubio que había visto algunas horas antes. Frunció el ceño recordando los 20 minutos que estuvo esperando afuera del baño.

"Idiota" pensó, todavía con bronca.

"Pero lindo" agregó.

El ambiente se había vuelto más pesado una vez ambos chicos se encontraron en la misma habitación, ya que no paraban de enviarse miradas, algunas desafiantes, otras hambrientas.

Adolescentes.

Después de meditarlo, no por mucho tiempo. Y en un acto completamente impulsivo del cual al día siguiente se arrepentiría (o tal vez no), Ni-ki caminó con paso firme, no sin antes dejar su vaso de Smirnoff con jugo en la mesa que tenía al lado.
Ninguno de sus amigos pareció notar su caminata. Nadie alrededor lo hizo.

Ni-ki se detuvo enfrente de Sunoo, peligrosamente cerca. Pensó que tal vez se estaba equivocando y el chico no lo estaba mirando a él, o que solo lo miraba con la intención de acercarse a hablarle y tener una compañía en la fiesta, o un nuevo amigo. Pero la mirada desafiante de Sunoo, que bajaba hacía sus labios no lo ayudaba a auto-controlarse y evitar lo que sería el principio de una catástrofe de sentimientos.

Cuando los extasiados ojos de Sunoo bajaron nuevamente a sus labios lo decidió, lo iba a besar. Entonces tomó la cintura del rubio, trayéndolo lo más cerca que sea posible. Sunoo apoyó sus brazos en los hombros de Ni-ki, dejando sus manos detrás de su cabeza, aún con su bebida en la mano.
Esa fue la señal afirmativa de Ni-ki, que no se demoró en apresar los labios del chico.

Fue un beso hambriento, como si hubiesen estado esperando toda la noche por ese momento. El gusto del alcohol en sus bocas mejoró todo. Ambos chicos lucharon con sus lenguas para llevar el control, disfrutando cada segundo.

Luego de unos 2 minutos, cuando los dos sintieron que no tenían más aire, se separaron, sin romper la distancia del todo. Ni-ki todavía sostenía la cintura de Sunoo entre sus manos, mientras que Sunoo escondió su cara en el cuello de Ni-ki, depositando algunos picos ahí.

- Me llamó Riki, pero podes decirme Ni-ki —habló entonces el menor, con una sonrisa debido a aquellos besos que le causaban cosquillas.

- Soy Sunoo —contestó mirándolo finalmente a los ojos.

- ¿Querés ir afuera? —preguntó Ni-ki, esperando que el chico le diga que sí.

Sunoo asintió con la cabeza, tomando su mano y tirando de Ni-ki para encontrar un camino afuera, no sin antes darle una mirada a sus amigos, que se encontraban admirando la escena completamente sorprendidos, y dándoles a entender que todo estaba bien y que no se preocupasen. Al igual que Ni-ki con sus amigos.

Ambos chicos salieron al patio, esquivando personas bailando y alguna que otra pareja besándose. El ambiente afuera era mucho más tranquilo, silencioso, aunque todavía se escuchaban los gritos de las personas y la música.

Ni bien llegaron afuera, Ni-ki apresó contra la pared a Sunoo y volvió a besarlo, está vez fue un beso más tranquilo para ambos, se dieron el tiempo de disfrutar el sabor del alcohol en sus bocas, Ni-ki tomó más fuerte la cintura de Sunoo, casi abrazándola.
Los dos se sentían extasiados de tantos besos, sin embargo no podían alejar sus bocas, como si existiera una especie de magnetismo que lo impidiese.

Sunoo mordió el labio de Ni-ki, dando final a un largo beso.

- Deberíamos volver, pasaron como veinte minutos. Mis amigos se van a preocupar —dijo Sunoo, entre picos que Ni-ki le robaba.

- Está bien —contestó, dispuesto a caminar rumbo adentro nuevamente. Sin embargo una mano lo detuvo.

Sunoo tiró de él, uniendo sus bocas en un fugaz beso, que duró un poco menos que los anteriores. Una vez terminó, le dio un pequeño piquito al menor.

- Ahora sí. Vamos —dijo tomando su mano y guiando a un sonriente Ni-ki devuelta a la fiesta.

summer love | SUNKI auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora