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Jungwon caminó rápido intentando alcanzar a Riki que estaba unos metros adelante dirigiéndose a toda velocidad a la cabaña número 4.

-¡Riki! —gritó el chico llamando a su amigo. Lo hizo dos veces más sin embargo el menor nunca frenó. Jungwon estaba cansado ya que venía casi corriendo a Riki desde la cancha de fútbol, y teniendo cuenta que el lugar era extremadamente enorme podría llevar caminando aunque sea tres cuadras. Su estado físico nulo le mataba, pero hizo un esfuerzo y aumento incluso más la velocidad hasta tomar la muñeca de su mejor amigo, encontrándose con una imagen que no veía muy seguido.

Riki estaba llorando.

- Soltame —pidió casi rogando el menor, tratando de huir y encontrar un refugio. Jungwon sabía como no le gustaba demostrarse vulnerable hacía el resto, entonces entendió porque trataba de huir.

Cuando vió que Jay y Heeseung se acercaban tiró a Riki hacía una de las cabañas, era la de seguridad. Permanecieron en silencio ahí esperando que sus mayores no lo encuentren. Jungwon entendió el forzar a Riki a quedarse y exponerse delante de sus amigos era cruel, sobretodo porque conocía tanto a su menor que sabía lo mucho que le costaba ser transparente con el resto.

Riki solía aparentar ser una persona fuerte, creía que mostrar debilidad ante el resto solo les daba paso a las personas para que te lastimen. Había aprendido a controlar sus emociones y le iba bastante bien al respecto. Pero no podía engañar a Jungwon, se conocían como si hubiesen sido paridos por la misma mujer.

- Riki, ¿qué pasó con Sunoo? —preguntó el mayor muy preocupado, era muy raro que algo le afecte de esta manera a Riki, lo tenía claro.

-Nada... —contestó mientras se sentaba en una de las sillas que había frente a las pantallas que transmitían las cámaras de vigilancia. Claramente Jungwon no esperaba que le diga a la primera, pero notaba una angustia en la voz de Riki y sabía que su amigo estaba sufriendo.

Rápidamente se sentó en la silla de enfrente y lo envolvió en un cálido abrazo, dejando al menor llorar entre sus brazos.

Riki se desahogó ahí, después de todo había estado aguantando el dolor en su pecho durante todo el partido.

A Jungwon le partió el alma sentir las lágrimas de su mejor amigo mojar su remera. El menor temblaba levemente bajo sus brazos y lo único que quería Jungwon era encontrar la manera de hacer sentir un poco mejor a Riki.

- Shhh... está bien —consoló Jungwon, sobando su espalda y haciéndole mimitos en su cabello.

Se mantuvieron en silencio por unos minutos, con Jungwon abrazando a Riki mientras el menor se calmaba. Cuando dejó de llorar, no cambiaron de posición y Riki decidió hablar:

- Le dije a Sunoo que lo quiero —confesó el menor, sintiendo vergüenza. —Le dije eso hoy antes del partido. Pero estaba asustadísimo porque nunca me había sentido así. No sé, Won. No tengo idea de lo que es enamorarse y toda la bola esa —contó. —Pero lo siento así y creí que tal vez era lo correcto, y se lo dije.

- ¿Qué fue lo que dijo él? —preguntó cauteloso Jungwon.

- Eh... —Riki mantuvo el silencio por un par de segundos, tal vez buscando una forma de expresarse correctamente. —Dijo cosas... no sé, me dolió. Solamente empezó a decir que no, que era imposible, que seguro estaba confundido, que no le convenía y todo eso. Me molesta, ¿quién se cree que es para decidir que es lo que siento o no? Hubiese preferido que me diga que no siente lo mismo a que intente convencerme de que yo no siento lo que sé que siento —finalizó un poco enojado, con el ceño levemente fruncido. Había dejado de abrazar a Jungwon a la mitad de su discurso y ahora estaban simplemente sentados en las sillas de seguridad.

Jungwon pensó y procesó toda la información mientras buscaba algún motivo por el que Sunoo podría haber dicho lo que dijo. Recordó aquella tarde en la que Sunoo y él se quedaron hablando mientras el resto habían ido al lago. Esa tarde pudo conocer mucho más a Sunoo, y se dió cuenta de que el chico era alguien extremadamente sociable y charlatan, con mucha energía, irradiaba positivismo. Pero también descubrió otra faceta de Sunoo que no mostraba al resto, una que estaba lastimada y que terminó de conocer el día de ayer, cuando les contó la experiencia con su ex novio.

Y a Jungwon le quedaba claro que Sunoo quería a Riki, lo pudo notar durante el mes en el que estuvieron todos juntos pegados como garrapatas. Además el mismo rubio se lo había confesado esa tarde cuando le contó que estaba celoso de que Riki y Kai se llevaran extremadamente bien y hayan conectado enseguida de conocerse.

Entonces Jungwon sacó su lado psicólogo filósofo de la vida, dispuesto a contarle a su amigo su punto de vista.

- Ok, escuchame —comenzó tranquilo. —Verás, yo conozco a Sunoo bastante como para darme cuenta que lo que sea que haya intentado hacer cuando te dijo todo eso, es una farsa. Tal vez se equivocó, tal vez no...

- ¿A qué te referís? —preguntó confundido Riki.

- Tenes que entenderlo, ponete en su lugar. Viene experimentando lo que es amar sanamente, enamorarse sanamente, después de una relación muy difícil que lo lastimó mucho. A veces no nos damos cuenta, pero cuando tenes un chip en la cabeza que te repite que las cosas son de cierta forma, es porque estamos completamente convencidos de que las cosas son de cierta forma. ¿Entendes?

Riki negó con la cabeza completamente confundido.

Jungwon suspiró.

- A lo que me refiero es. ¿Cómo te sentirías vos si después de una relación horrible estas un año solo y de repente terminas enamorándote de alguien?

- No sé, nunca me enamoré. Hasta ahora...

- Exacto, ¿no te sentís, no sé, abrumado?¿No es muy raro?

Riki asintió empezando a comprender a lo que Jungwon quería llegar.

- Sunoo se debió sentir de la misma manera, ¿ok? El miedo de volver a lo mismo, o el mismo miedo de no saber lo que es estar con alguien que te quiera y te aprecie y te dé tanto como vos le das —explicó. —Y no te olvides, ya venía sensible y posiblemente confundido de ayer, tal vez el haberse reencontrado con el idiota del ex no lo ayudó.

Riki asintió nuevamente, esta vez recordando lo que había pasado antes de que dejara la cancha. Se golpeó mentalmente porque ahora entendía que Sunoo también estaba lastimado y que debía ser incluso más difícil para él.

Tenía que encontrarlo y hablar con él lo antes posible.

summer love | SUNKI auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora