summer love | SUNKI au

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- ¡Bueno, bueno, a ver si nos organizamos! —gritó Felix mientras terminaba de entregar las linternas a todos. —Vamos a elegir un grupo que se va a encargar de encontrar al resto. Desde ya les aviso que los coordinadores no jugamos, pero vamos a estar fijándonos que nada se salga de control, no queremos peleas, ¿quedó claro?

Se escucharon asentimientos de parte de todos.

- Bueno, ¿hay alguien que se quiera ofrecer como buscador? Necesitamos aunque sea diez personas —dijo Yeonjun para que después algunas personas se ofrecieran, entre ellos Jungwon y Sunghoon, que estaban bastante emocionados por el juego.

- Bien, entonces los que busquen van a ser Jungwon, Sunghoon, Yuna, Hobi, Lisa, Chaeryeong, Seungmin, Jungkook, Hyunjin y Renjun —dijo Felix, entregándoles unos pañuelos rojos para que se aten en los brazos o muñecas, que los diferenciarían del resto.

- Ahora, voy a cortar la luz de todo el campamento, pueden ir prendiendo su linterna. Una vez las luces estén apagadas el juego empieza, van a tener cinco minutos para correr. Pueden esconderse en donde quieran, claramente lugares peligrosos no y en cabañas ajenas tampoco, y ni se les ocurra saltar el alambrado o algo así, por favor se los ruego. Si son atrapados, tienen que volver al comedor, los últimos cinco que sobrevivan van a ganarse un premio secreto —dijo Yeonjun antes de dirigirse afuera del comedor, rumbo la cabaña de seguridad que se encontraba a unos metros de la entrada, en ella se encontraban los controles de electricidad, agua y gas, además de pantallas de computadoras que mostraban las imágenes de unas cámaras de seguridad que habían en la puerta principal y alrededores del complejo, por cuestiones de protección.

Antes de que Yeonjun apagase las luces de todo el campamento, Jungwon y Sunghoon se aseguraron de dejarle en claro a sus amigos que iban a encontrarlos primero que el resto.

De un momento a otro, las luces se apagaron dejando el comedor, y todo el campamento completamente a oscuras. Ni-ki, Sunoo, Heeseung, Jake y Jay salieron corriendo rápidamente alumbrando con sus linternas, como el resto de los campistas.
Corrieron para cualquier lado en busca de un buen escondite, separándose en el camino.

Riki pensó rápidamente en un lugar donde pudiera esconderse, que sea difícil de encontrar. Se le ocurrió esconderse arriba de un árbol pero recordó que Yeonjun había pedido que no se escondieran en lugares peligrosos, y si caía de un árbol seguramente sufriría alguna que otra fractura. Definitivamente no era lo que buscaba.
Entonces se le ocurrió esconderse en la cocina, la única manera de entrar era cruzando por el comedor por lo que a nadie se le ocurriría buscar ahí ya que se supone que todos los campistas salieron corriendo lejos del lugar.

Ni-ki corrió rumbo al comedor nuevamente, rodeándolo para llegar a la única ventana que la cocina tenía, rogando que estuviese abierta sino su plan sería un total fracaso. Por suerte la ventana se encontraba abierta, y en cuestión de segundos Riki estaba dentro de la cocina, cerrando la ventana y buscando el lugar adecuado para esconderse. Alumbró con la linterna hacía todos lados, aquella cocina era amplia y llena de muebles así que le sería fácil esconderse.

Mientras buscaba el lugar, se dió cuenta de que probablemente ya habían pasado más de 5 minutos, por ende los buscadores ya debían haber salido del comedor, esperaba que ninguno de ellos entre a la cocina o sería su fin.

Rápidamente vio un armario de pared, lo abrió y estaba casi vacío, así que se metió y cerró la puerta. Se sentó y apagó la linterna, miró hacía afuera por las rendijas que la puerta tenía, por la ventana entraba un poquito de luz de la luna que le permitía observar la enorme cocina. Estaba tan absorto en sus pensamientos que se sorprendió en demasía y casi maldijo cuando escuchó la puerta de la cocina abrirse fuertemente y cerrarse.

Riki se mantuvo en silencio, mirando y escuchando como alguien realmente agitado (seguramente por estar corriendo) recorría la cocina iluminando con su linterna. Rogó y le pidió al cielo y a todos los santos que no fuese algún buscador porque realmente deseaba ganar el juego.

De repente la puerta se abrió y la linterna del otro sujeto encandiló a Riki, que ya estaba completamente convencido de que había perdido.

- ¿Riki?

- ¿Sunoo? ¿Sos vos? —preguntó Riki sorprendido intentando abrir los ojos, fallando ante la luz de la linterna que lo encandilaba. Sunoo se dio cuenta de esto y corrió la linterna iluminando su cara.

- Si, soy yo, ¿qué haces acá? —preguntó el mayor, no esperaba que a alguien más se le hubiese ocurrido su brillante idea de esconderse en la cocina.

- Durmiendo la siesta —contestó con sarcasmo, amaba molestar al mayor. Sunoo se quedó con cara de "¿me estás cargando?" y Riki rio bajito. —Dale, entra y cerra la puerta que nos van a descubrir.

Sunoo hizo caso a las palabras del menor, sentándose a su lado y cerrando la puerta. Aunque mantuvo la linterna prendida en la potencia mínima ya que sino no podría ver a Ni-ki.

- ¿Cómo entraste? Yo tuve que esperar a que salieran todos del comedor para entrar corriendo, espero que no me hayan visto —dijo Sunoo. Por suerte el armario no era muy estrecho, por lo que podían estar bastante cómodos dentro.

- Entré por la ventana —contestó Riki.

- Bueno, tu idea fue más inteligente pero la mía más emocionante —dijo Sunoo riendo levemente.

- Deberíamos apagar la linterna, por si entra alguien, igual lo dudo, se supone que estamos afuera escondidos en algún lugar.

- Riki sabes que me da miedo la oscuridad —reprochó Sunoo con el ceño levemente fruncido, sin embargo eso hizo reír al menor.

- Y vos sabes que estoy acá para abrazarte cada vez que tengas miedo de algo —contestó Riki, pasando un brazo por arriba de los hombros del mayor y atrayéndolo hacía él.

Sunoo sonrió.

- Que cliché —se burló Sunoo en un susurro mientras apagaba la linterna, dejándolos en completa oscuridad.

- Te encanta.

.......

- Dale, boludo, tenemos que encontrarlos —dijo Jungwon en un susurro mientras caminaba detrás de Sunghoon por los bosques dentro del complejo.

- Deja de apurarme, ¿por qué no pasas vos adelante? —se quejó Sunghoon mientras alumbraba entre los árboles.

- Porque a mí me da cagazo.

- ¡¿Y te pensas que a mí no?! —medio gritó-susurró el mayor.

- ¿Entonces para que elegiste ser buscador, idiota? —cuestionó Jungwon dejando de caminar y alumbrando directamente a la cara a Sunghoon.

- Lo mismo me preguntó yo —dijo con los ojos entrecerrados. —Dale que me encandilas, boludo.

- Bueno sigamos —dijo Jungwon volviendo a caminar. —Pensa, ¿si fueras Jake a dónde te esconderías?

- Adentro del lago —contestó el mayor riendo.

- Dale, no creo que sea tan boludo —dijo Jungwon tomando el brazo del mayor mientras volvían a caminar.

- Uh, creeme que sí —contestó Sunghoon entre risas. De repente dejó de caminar con una expresión aterrada —para, porque si Jake de verdad está escondido ahí significa que está esperando que yo siga a mi intuición y vaya a encontrarlo, pero yo estoy acá, Jungwon. ¡Estoy acá!

- No entiendo...

- ¡Jake se va a morir ahogado! —dijo desesperado.

Jungwon estalló en risas.

- ¡Basta! Deja de decir boludeces. Claramente Jake no está en el lago. Vamos a buscar por nuestra cabaña mejor.

- Si Jake muere ahogado es tu culpa —advirtió Sunghoon antes de seguir caminando ahora en dirección a su cabaña.

- ¿No deberíamos buscar al resto de los campistas también? —preguntó Jungwon al cabo de unos minutos.

- Na, ¿para qué? Deja que el resto se arregle solo —concluyó Sunghoon entrando a la cabaña. Lamentablemente para ambos chicos no había nadie dentro.

Tal vez el juego duraría un poco más de lo deseado.