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- No puedo creer que me hayas convencido de esto... —se quejó Sunoo mientras caminaba tras el menor, que iba con una sonrisa en su cara.

- Dale, Sunito, no va a pasar nada —aseguró Riki.

Ambos caminaron durante los siguientes 5 minutos, con los quejidos de Sunoo que intentaba convencer a Riki de mantenerse dentro del complejo, pero según el menor "era aburrido".

Cuando llegaron al alambrado que separaba el interior del complejo del enorme bosque exterior, Riki fue el primero en pasar por ese pedazo que estaba levantado. Sunoo pensó que seguramente no eran las primeras personas en escaparse del complejo, y si bien la idea no le parecía la mejor, ni la más sensata, optó por acompañar a Riki y entre suspiros y quejidos pasó por el agujero.

- ¿Y ahora? —preguntó el mayor, una vez ambos estaban afuera.

- Solo caminemos, en línea recta así no nos perdemos, jeje.

- Riki...

- Dale, Sunoo, no pasa nada —dijo Riki, tomando su brazo y tirando de él, para empezar a caminar admirando el profundo bosque. Si bien no era muy distinto que estar dentro del campamento, de cierta forma se sentía diferente.

Pasaron la siguiente hora caminando, intentado no alejarse tanto del alambrado, ya ambos fundidos en una conversación sobre que clase de piñas deberían recoger y cuáles no. Sunoo recomendaba juntar las más chiquitas y nuevas, mientras que Riki le decía que las mejores eran las grandes y viejas.

Los dos se perdieron tanto en su búsqueda, que no se dieron cuenta cuando el sol empezó a irse y de repente todo se volvía un poco más oscuro.

- Sunoo, deberíamos volver, se está poniendo oscuro —dijo Riki, que tenía en una mano la bolsa con las piñas que había recogido.

- Si, el sol se está yendo —afirmó Sunoo. —Busquemos el alambrado y caminemos hasta encontrar el agujero, así podemos entrar sin que nos descubran.

- Bien.

Ambos caminaron hasta el alambrado, del cual no se encontraban muy lejos ya que se aseguraron de mantenerse cerca para evitar perderse.

- Ok, ahora vayamos para allá, no debemos estar muy lejos —dijo Sunoo empezando a caminar hacía el lado derecho, sin embargo Riki tomó su mano, tirando de él para detenerlo.

- Sunoo, es para el otro lado, tonto —dijo, mientras intentaba guiar al mayor por el camino que él creía era el correcto.

- ¿No? Es para la derecha, ¿no te acordas? Venimos de allá —contradijo, tirando de Riki para el lado contrario.

- No, no, es para allá, me acuerdo bien.

- No, Riki.

- Si, te lo juro.

Ambos se soltaron la mano, confundidos y sin saber que camino tomar.

- Tengo una idea —dijo Riki de repente. —Hagamos piedra, papel o tijera —agregó.

- Dios, no puede ser. Bueno —aceptó Sunoo, sin creerse lo que estaba pasando.

Jugaron piedra, papel o tijera y terminó ganando Riki, así que empezaron su camino hacía el lado izquierdo, Sunoo un poco indignado porque no ganó él.

- Así que, ¿Kai es tu primo? —preguntó Riki, intentando sacar un tema de conversación mientras caminaban.

Mal. Sunoo se sorprendió ante la pregunta del menor, y luego se sintió ridículo, porque el chico que le gustaba le estaba preguntado por su primo.

- Eh... sí. Es mi primo —contestó, en un hilo de voz. Riki no pasó por alto la actitud del rubio.

- Ah, jaja. Es copado, me cayó bien —dijo.

summer love | SUNKI auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora