3. El Grito

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Mikey se había ido dejandome sola preguntándome que había hecho mi hermano y por que a mi, pues yo no mantenía una relación buena con mi familia

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Mikey se había ido dejandome sola preguntándome que había hecho mi hermano y por que a mi, pues yo no mantenía una relación buena con mi familia. Suspiré poniéndome en pie para empezar a hacer ruido con las cadenas intentando soltar mi rabia y escapar. Lo que no sabía es que los dos que se encargarían de mí, estaban entrando viéndome sonriendo.

- ¡Idiota! ¡Yo no tengo nada que ver contigo gilipollas! - Grité como si hablara con mi hermano. - ¿¡Te enteras!? ¡Paga lo que debes y déjame de  joder mi vida!

Solo conseguía hacer un escándalo a la vista de los trajeados sorprendidos pero curiosos por tu manera de ser, si bien antes les habían dicho que era una chica rara que no le imponia Mikey... Tampoco se esperaban que fuera tan rabiosa.

- ¿¡Ni cuatro años sirven para que me dejes!? - Caí al suelo rendida suspirando, con la respiración agitada para darme cuenta de las otras presencias avergonzandome por la escena.

- Pero mira que tenemos aquí~ - Dijo el de pelo corto que se me hacía ligeramente atractivo, con una sonrisa que hacía que babeara en mi mente, - Sí es una chica bastante malcriada~ ¿Qué opinas Rin Rin? - Preguntó juguetonamente para tomarme del mentón agachandose, quedando cerca de mi provocando un sonrojo en mis mejillas.

- Ran, déjate de juegos y vamonos, estoy cansado. - Se limitó a pronunciar con notable irritación.

- ¿Quiénes son ustedes? - Hablé con un hilo de voz intentando escaparame del agarre de mi mentón.

- Somos los hermanos Haitani. - Explicó esposandome para sacar mis caderas y seguir atada.

Cuando me quitó la de los pies le pegué una patada al hombre de delante y salí corriendo por el lugar.

- Mierda, tengo que salir de aquí antes de qué otro me vea y me pillé. - Pensé para topezarme y caerme. - Mierda. - Grité haciendo que los hombres de antes me alcanzasen.

Intente levantarme pero no pudé y el que se llamaba Ran me cogió como un saco de papas mientras me revolvía.

- Vamos Rin Rin, parece ser que esta nerviosa por irse a su nuevo hogar.

- ¡Sueltame hijo de puta!

- Un respeto... Los Haitani no somos unos cualquiera. - Comentó él otro. - La idea de todo esto ha sido de mi hermanito. - Me sorprendí por la manera en la que hablaban, era como si no fueran mis secuestradores.

- Te dije que no me digas así, soy yo el que debería decírtelo. - Se quejó suspirando.

- ¿Me podéis bajar? No me gusta esto. - Pregunté como si tuviera yo ese derecho.

- Mikey tenía razón con lo que eras una chica rara... ¿Qué no nos tienes miedo? - Cuestionó el qué me cargaba.

-No, la verdad no me dan miedo... Me asusta más la madre que tenía a los 14, que ustedes. - Dije riendo por la ironía

☕︎𝑇ℎ𝑒 𝑐𝑎𝑢𝑠𝑒 𝑜𝑓 𝑚𝑦 𝑜𝑏𝑠𝑒𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛☁︎ ᵗⁿ ˣ ʳᵃⁿ ʰᵃⁱᵗᵃⁿⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora