CAPITULO 25

396 46 14
                                    

Rider avanzó a grandes zancadas por la habitación, con Seth cubriéndole las espaldas cual escolta real.

- Ni un paso más.- Caleb se plantó delante de sus hermanos con las alas extendidas a modo de escudo protector.

Dargan seguía sujetándome. Andras permaneció en silencio.

- Tú no me das órdenes.- nuevamente sentí esa sonrisa maliciosa en su voz.- Exijo ver a la mortal.

- Aquí no hay nadie que sea de tu interés.- gruñó- Así que lárgate.

- ¿Ahora te dedicas a mentir, Caleb?.- su bota empezó a dar pequeños golpecitos contra el suelo.- Un poco impropio viniendo de ti.

- Vete al infierno, Rider. Que te den.

- Primero hablaré con la mortal. Luego me ocuparé de ti y de tu inusual comportamiento.

Rider intentó avanzar pero Caleb volvió a impedirle el paso.

- No dejaré que te acerques a ella.- escupió.

- No te estoy pidiendo permiso.- la voz de Rider bajó una octava antes de soltar una risita áspera. Se me pusieron los pelos de punta.- Apártate de mi camino o tendré que hacerlo por ti.

- Supongo que ambos sabemos como terminará esto.- Los pies de Caleb prácticamente se arrastraron contra su voluntad hasta hacerse a un lado. El cuerpo de Dargan comenzó a tensarse y sus sombras empezaron a moverse con el doble de intensidad. Su canto también aumentó a modo de advertencia ante el peligro que deambula con joyas en mano y botas de cuero.

- Dargan.- le llamó, y este suspiró.- Vamos. Aparta las alas.

Le di un apretón y Dargan clavó sus ojos en nuestras manos. << No digas nada. Pase lo que pase, permanece tranquila>>.

- Dargan.- repitió.- No me hagas perder la poca paciencia que me queda. Obedece la orden y aparta las alas.

Dargan se tragó el nudo que tenía en la garganta y acató la orden de su hermano. Sus alas se abrieron con lentitud y mis manos empezaron a sudar, mientras hacían un intento en vano por adherirse a su piel. No me permití levantar la cabeza ni un solo milímetro para ver la expresión en el rostro de Rider. Estaba claro que podía imaginarme su oscura mirada repasando cada rincón de mi piel desnuda y maltratada.
Odio.
Repulsión.
Ira.

<<Tranquila, por favor. Tranquila>>.

- Rider.- la voz de Seth lleno el vacío de la habitación.

Segundos después volvió a reinar el silencio.

Ladeé un poco la cabeza para observar a Rider por encima del hombro, antes de que el miedo me impidiera tomar el control sobre mis propias decisiones. Dargan se percató de mis intenciones y me dio un apretón tan fuerte que por un momento pensé que me rompería los dedos.

<<¿Que estás haciendo?. Para>>.

No lo escuché. No quise prestarle atención a su voz dentro de mi cabeza. No ahora. No cuando su hermano parecía haberse quedado petrificado ante la imagen de mi espalda destrozada. Mis ojos subieron a su rostro y se detuvieron en ese ceño fruncido que adornaba su preciosa cara. <<Belleza inmortal>> repetí en mis adentro.
Tenía la cabeza ligeramente ladeada, sus alas estaban plegadas hacia atrás y sus largos mechones de seda negra le rozaban las mejillas. Respiraba con una lentitud inhumana. Apenas y se le notaba el movimiento del pecho cuando me percaté de que tenía las manos transformadas en puños a ambos lados de su cuerpo.
También noté que llevaba guantes a juego con sus botas.

INFERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora