La reina

81 al 90

Capítulo 81: ¡Sorpresa!

Cuando llamó a la policía, Su Cha ya había planeado darle una lección a Qiu Yu.

Llamó a la policía solo para encontrar a Qiu Yu, ya que le era imposible decirle voluntariamente dónde estaban.

Después de que la policía se fue, Su Cha comenzó.

Había estado sujeta a la mezquindad en su primera vida.  ¿Debería seguir tragándose su orgullo en esta vida?

Su Cha no sabía cómo hacerlo.

Como persona educada, no maldecía a las personas, sino que simplemente las golpeaba directamente.

Después de llegar a casa, miró la hora.  Eran dos horas antes de la medianoche.

Su Cha volvió a revisar su tarea.  No podía dejar que nada de esto afectara sus estudios, sin importar qué.

Tarde en la noche, finalmente terminó de revisar.  Cerró sus libros y se fue a la cama, pero no podía conciliar el sueño.

Quería dormir pero algunas ideas la despertaban.

No será fácil para mí a largo plazo.  No puedo esquivar una bala sin ninguna protección.  Mi personalidad también me causará mayores problemas, especialmente después de unirme al círculo de entretenimiento.

Su Cha no quería confiar en la protección de Bo Muyi.

Por el contrario, ella quería protegerlo.

Cerró los ojos y exhaló suavemente.  Se levantó y se sentó a meditar.

Ella persistió en intentarlo.  Tal vez sus meridianos se habían despejado un poco después de dos días de ejercicio.  Lo intentaría si pudiera usar la práctica mental de su última vida.

En su última vida, el gobierno imperial tuvo una estrecha relación con el mundo del kung fu.  Ella era la emperatriz viuda, pero si no fuera por sus magníficas y magistrales artes marciales, no habría podido mantener el control del cambiante y complicado mundo del kung fu.

La práctica mental consistía en leer en silencio.  Parecería ridículo a los ojos de otras personas.

¿Es porque has visto demasiados dramas de televisión?  Una persona moderna lo preguntaría.

Pero Su Cha hablaba en serio.

Siguió leyendo en silencio.  Por el momento, eso era todo lo que podía hacer.

A altas horas de la noche, estaba completamente inmersa en un trance.  Si un cultivador la viera, probablemente diría que Su Cha mostró una gran promesa.

Una suave brisa comenzó a soplar fuera de la ventana y finalmente entró en la habitación como si estuviera rastreando algo.

Se volvió un poco frío.  Hacía calor durante el día, pero más fresco por la noche en mayo.

Si hubiera una cámara sofisticada de alta gama aquí, habría detectado una explosión de humo que parecía estar girando en el centro de la habitación de Su Cha.  Giró lentamente al principio y luego fluyó hacia el cuerpo de Su Cha desde la punta de sus dedos.

Su Cha inmediatamente sintió que una corriente de aire fluía por su cuerpo.  Hizo una pausa y relajó su cuerpo exactamente como su maestro le había enseñado en su última vida.  Leyó en silencio y la corriente de aire pareció fluir más rápido.

Era como si un manantial templado estuviera lavando sus órganos.  Se sintió extremadamente cómoda.

Su Cha se sumergió en él en silencio.  Cuando abrió los ojos, ya amanecía.