✨️Ohm.✨️
🍂
Han pasado horas y no puedo sacar a Nanon de mi mente.
No puedo molestarme con él por decirlo, pero quizás me gustaría no haberme enterado.
Ahora no tengo idea de qué hacer.
Podría ser diferente si a mí me gustaran los hombres, pero no es así.
—¡Ohm!
—¿Sí?
—Amor, llevo minutos gritando tu nombre.
—Perdón, estaba pensando —respondo levantándome de la cama y camino hacia el baño para verla— ¿Qué pasó?
—Tenemos que estar en el aeropuerto en tres horas.
—Entonces, ¿puedo dormir un poco?
—Primero, dime qué te preocupa.
—¿Qué?
—Algo te preocupa —dice colocando el jabón en su rostro— miras el techo desde que llegamos.
—E-Es que Nanon es gay.
Ella me sonríe a través del espejo asintiendo pero es todo lo que puede aguantar y empieza a reir.
—¿Es gracioso para ti?
—Lo siento, pero debes ser el único que no lo sabía, y es raro porque eres su mejor amigo.
—No es mi culpa, él no suele hablar sobre eso.
—¿No lo hace? —pregunta confundida— las veces que habla conmigo usa pronombres neutros, pero siempre suena a que está hablando de un chico.
Bien, probablemente eso significa que solamente no lo habla conmigo.
—Entiendo.
—Bueno, entonces, ¿qué es lo que te preocupa acerca de eso?
—Nada, simplemente estoy pensando.
Ella asiente pasando el agua por su rostro y alcanza una toalla para secarse.
—Merece un buen hombre —dice con una sonrisa.
—No creo que alguno sea suficiente.
—¿Tu plan es escogerle el novio?
—Debería —respondo alzando los hombros.
—Déjalo en paz —me ordena entrecerrando los ojos— eres muy entrometido y él no te necesita, sabe hacer las cosas por su cuenta, ya le he pasado el número de Jimmy.
—¿Por qué hiciste algo así?
—Porque me escribió para pedírmelo, dice que quiere hablarle.
—¿Viste la hora? —pregunto molesto señalando el reloj de la pared— ¿Qué clase de mensaje va escribirle después de las tres?
—No es tu problema —susurra regresando a la habitación y yo agarro mi teléfono.
💬 Non, ¿ya te dormiste?
Tecleo rápido, pero no me aparece la segunda palomita para comprobar que le ha llegado.
Tiene que ser una broma.
Volteo para buscar la llave y apenas la veo en la mesa, la levanto y voy por mi billetera.
—¿Qué haces?
—Nanon no tiene el celular, iré a su casa a...
—¿Por qué? —pregunta acercándose a mí— por si no te lo planteaste, podría estar dormido, ocupado, o sin ganas de hablar.
—Vive a cinco cuadras, no me tomará mucho tiempo.
—No me interesa el tiempo —dice alzando ligeramente la voz— no suelo decirte algo, porque no quiero que pienses que me entrometo en tu amistad con él, yo entiendo que es una parte de tu vida que solo te pertenece a ti, pero hace horas fue nuestra boda, y se supone que es nuestro día.
—Thia —respondo resoplando— ya nos hemos casado, ¿acaso eso significa que debo estar pegado a ti desde ahora?
—No es lo que espero, porque te conozco, pero esta es nuestra primera noche juntos, como esposos, y tú ni siquiera me estás hablando.
Suelto la llave lentamente y bajo la mirada, porque entiendo que la he hecho sentir mal.
—Ohm, hay algo que quiero preguntarte.
—¿Qué?
—Si Nanon hubiera dicho hoy que no quería que te cases conmigo, cancelarías todo, ¿verdad?
—No deberías preguntar algo que sabes —digo sin mirarla.
Ella suspira sentándose en el borde de la cama.
—Ve a asegurarte que esté bien —me dice resignada— no creo que seas capaz de irte conmigo sin antes hablar con él.
