✨️Nanon.✨️🍂
Mis ojos se abren de golpe cuando escucho la puerta sonando y busco mi celular para ver la hora, pero no lo encuentro, así que me levanto en la oscuridad tratando de no tropezar.
—¿Qué haces? —pregunta entrando apenas abro y bostezo, porque aún tengo sueño.
—Dormir —digo frotando mi rostro con mis manos para despertar más— ¿No tienes que viajar?
—Estaba preocupado, no respondiste mis mensajes.
—Apagué el teléfono para dormir.
—No apagas el teléfono cuando vas a dormir.
Resoplo frustrado y no sé si es por el sueño o porque ando particularmente sincero últimamente, pero tengo ganas de responderle.
—Estoy enamorado de un chico que se ha casado con alguien a quien considero cercana a mí, se van a ir del país y publicaran muchas cosas juntos, así que mi plan era pasar días en mi cama, llorando y evadiendo la realidad, sin mi estúpido celular.
Creo que me he pasado, porque no responde en un largo momento que decido romper.
—T-También planeaba ver películas —agrego tratando de quitarle seriedad.
No funciona.
Suspira y se acuesta en mi cama, aún en silencio.
—¿Ohm?
—He estado particularmente fastidiado con la presencia de Thia y me siento mal por eso.
—¿Es por mí? —pregunto preocupado.
—Tengo demasiado en la cabeza ahora y no quiero irme con ella a otro lugar.
—Tienes que...
—Nanon —me interrumpe inmediatamente— no me siento bien como para fingir que estaré a gusto por semanas pasando las 24 horas del día con ella.
—Debiste pensarlo, antes de comenzar con todo esto.
—Debiste pensarlo también, antes de decirme que estás enamorado de mí.
Me siento a su lado cruzando los brazos con algo de culpa.
—Me sentí muy presionado por tus palabras, por eso no aguanté más.
—Non, desde que somos niños, escapo de cada lugar contigo, porque me cansa estar con gente alrededor por mucho tiempo.
—Lo sé.
—También sabes que nadie me importa como tú y que te amo más que a cualquiera.
—Lo sé —repito sintiendo que empiezo a quebrarme.
—Y sabes que no me gustan los hombres, así que tienes la seguridad de que nunca quise confundirte.
—Lo sé —digo en un hilo de voz.
—Lo único que quería hoy, era hacer lo que siempre hacemos y te dije las cosas que siempre te digo.
—La diferencia es que era tu boda, Ohm, y yo había decidido soltar mis sentimientos por ti, pero cuando me dices las cosas de esa manera, siento que no voy a poder.
—Por eso le pediste a Thia el número de Jimmy.
Volteo fastidiado hacia él, porque empieza a cansarme.
—¿Por qué insistes con eso? —pregunto alzando la voz— dices que no te molesta, pero es justo así como suena.
—Me molesta, Non.
No soy capaz de abrir la boca de nuevo, porque no esperaba que respondiera algo así.
Definitivamente no creo que vayamos a recuperarnos de esto.
—Ohm.
—¿Sí?
—Incluso si no quieres irte con ella, no me siento cómodo con que te quedes —digo dispuesto a pararme para prender la luz, pero su mano me detiene.
—¿Me estás echando?
Cuando me jala sobre él, mi corazón se acelera, porque aunque está oscuro puedo sentir su respiración cerca de la mía.
—Sí.
—Siempre has dicho que pasar la noche conmigo te hace bien.
—¿Acaso no te das cuenta? —pregunto quitando sus manos de mí— tú y yo ya no nos hacemos bien.
Cuando me alejo se levanta también y vuelve a presionar mi brazo con sus dedos.
—¿Qué necesitas para estar bien?
—Alejarme de ti.
Puedo sentir lo preocupado que está por el ritmo de su respiración.
Ohm no va a aceptarlo y yo lo sé.
Mi corazón se estruja cuando me suelta y escucho sus pasos hacia la puerta.
Tengo unos microsegundos de debate mental, pero no soy tan fuerte como me gustaría.
—Ohm —lo llamo corriendo hacia él.
—¿Qué?
Ni siquiera sé que decirle, se supone que esto es lo que esperaba que hiciera.
Le he pedido que se vaya, pero no puedo soportar que lo haga.
—¿E-Entonces te vas?
—Si eso es lo que te hace bien —responde suavemente.
—Qué obediente —menciono irónicamente.
—No entiendo —dice agarrando mi rostro— ¿qué quieres si no puedes dejarme ir tampoco?
—¡No lo sé! —grito frustrado— solo quisiera que dejara de ser todo tan complicado, odio la situación en la que estamos ahora, pero odiaba también como era cuando no lo sabías.
—¿Odiabas nuestra amistad?
—No —aclaro rápidamente— odiaba tener que fingir estar bien siendo tu amigo y verte salir con esas chicas, siempre tenía que escuchar lo que hacias con ellas y sonreír, cuando lo único que quería era que me folles a mí.
Necesito tomar aire, porque me ha costado, así que voy a retroceder, pero su mano en mi cuello me detiene.
Busco su mirada en la oscuridad pero es imposible y no puedo hablar porque siento sus labios sobre los míos.
Mi cerebro tarda en procesar que me está besando.
Quisiera poder reaccionar, pero estoy paralizado y mis labios tiemblan lo suficiente como para ser imposible que le corresponda.
—Puedo hacerlo —susurra contra mi boca.
Cuando vuelve a mover sus labios soy capaz de atraparlos con los míos y por un pequeño espacio de tiempo, logro olvidarme de la situación en la que estamos.
Acaricio su rostro con mis manos pegándolo más a mí, pero cuando su lengua choca con la mía, logro reaccionar.
Lo está haciendo solo para complacerme, y no porque él lo quiere.
Haría lo que sea para no perderme y eso incluye esto.
—Ohm —digo girando la cabeza.
—¿Qué?
—Vete, por favor.
—Nanon...
—Por favor —repito con la voz quebrada— si te importo de verdad, quiero que me dejes solo.
Cuando obedece y escucho la puerta cerrarse, siento mis piernas temblando.
Estoy asustado porque ha empeorado todo, y no creo que nuestra situación pueda mejorar.