POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)

"D"

POV Poché

Daniela había caído al suelo con una bala insertada en el pecho.

La gente se había vuelto loca al escuchar ese sonido. Prácticamente todos los medios y personas presentes incluyendo a su familia habían llegado hasta donde estaba yo haciendo presión en la zona de la herida, todos me preguntaban que había pasado, pero yo simplemente no podía responder de la cantidad de lágrimas que rodaban por mis mejillas.

Sentía que me ahogaba en un vaso de agua, no podía respirar, todo se distorsionaba a mi alrededor por el alboroto y la impresión que me causo ver a mi casi prometida desangrándose.

Llegó la patrulla junto a una ambulancia, nos subimos Juli, Germán y yo quienes intentaban calmarme mientras lloraban como yo. El oxígeno me estaba haciendo volver a recuperar la respiración, pero el miedo seguía invadiendo mi cuerpo.

Estaba en un estado de shock, como si todo estuviera pasando en cámara lenta viendo como los paramédicos hacían todo por Daniela, desde intentar pararle la hemorragia, darle oxigeno entre otras cosas que no entendía.

─Poché escúchame por favor, quiero que ya te tranquilices, Dany va a estar bien.─no supe en qué momento había llegado Laura e intentaba tranquilizarme. Amigos y familia estábamos esperando noticias, Calle ya había entrado a cirugía, solo quedaba esperar.

─Lo...Lo último que...─empecé a hablar tartamudeando después del shock del disparo, todos pusieron sus ojos en mi.─Lo último que me dijo fue que era el amor de su vida y que me amaba.─tragué saliva, tenía la boca y la garganta seca. La sala de espera estaba silenciosa, se sentía el siniestro, se sentía la tensión del hospital.─Solo quiero que esté bien, yo no la defendí, yo no me interpuse entre esa puta bala y ella.─dije con furia golpeando mis piernas. Juliana tomó mis manos impidiendo que siguiera golpeándome.

─Ella te ama, no fue tu culpa María José.─habló mi cuñada con una lagrima rodando.

─¡Le iba a pedir que se casara conmigo!─grité sacando el anillo que tenía guardado en mi bolsillo. Todos miraron sorprendidos.─Lo tenía todo planeado, pero yo llegué tarde, sino no hubiera permitido que fuera con Sofía.─volví a ahogarme en mis palabras, Germán me abrazó de lado, descansé mi cabeza en su hombro y seguí llorando.

─Te casarás con ella y le seguirás diciendo lo mucho que la amas, eso tenlo por seguro.─aseguró el papá de Calle con fuerza en sus palabras.

No estaba segura de lo que pasaría, pero tenía un mal presentimiento.

Después de un par de minutos llenos de angustia, de locura invadiendo mi cuerpo, de miedo, provocó una bomba de emociones en mi contra causando que los doctores y enfermeros me controlaran y tranquilizaran por medio de tranquilizantes inyectados, mi cuerpo se tranquilizó, mi mente siguió divagando, pero eso me hizo quedarme dormida.

Pasaron unas horas donde cuando desperté, todo había pasado, los doctores me explicaron todo, mis amigos, mi familia y la familia de Calle me explicaron todo lo que había causado una bala.

Una bala que literalmente le había atravesado el corazón.

Una bala que la había matado.

Y todo gracias a una estúpida obsesión de Sofía que estaba prófuga y quien había acabado con la vida del amor de mi vida.

─Poché di algo por favor.─me pedía Valentina observándome fijamente sobre la cama donde me había quedado dormida. Ya estaba sentada, pero no reaccionaba, la noticia que me habían dado todos me paralizaron completamente.

Había dejado de llorar, había dejado de hablar. Simplemente miré a mi hermana y a la gente a mi alrededor quienes lloraban amargamente, me intenté poner de pie, pero mis rodillas y mis piernas estaban débiles, caminé como pude, con todas las pocas fuerzas que me quedaban y llegué hasta la habitación de Calle sin ayuda de nadie.