POV Poché
Samantha apareció dentro de la carpa sorprendiéndonos a Calle y a mi, segundos después de besarnos.
La chica se lanzó sobre mi y comenzó a llenarme de besos toda la cara, no sabía cómo reaccionar, mi cuerpo no reaccionaba, mi rostro no emitía una sola expresión por la confusión que sentía ahora.
Se veía realmente hermosa, estaba disfrazada como un hada, el tono rosado resaltaba en su piel dorada y era entendible ese vestuario porque la temática de otras cabañas era de princesas y hadas.
─¿Qué pasó bebé? ¿No te gustó la sorpresa?─preguntó mi novia desganada de darse cuenta que no había reaccionado como ella quería.
─Claro que me encantó.─respondí dejando un pico en su mejilla.─Solo me duele un poco la cabeza.─mentí mirando de reojo a Daniela quien relamía sus labios sin quitar los ojos de mi novia.
Sam y yo nos sentamos a esperar a que llegaran los demás que ya venían mientras que Calle se fue con Laura por otro trago.
Me aterraba que Laura o peor aún, que Sam nos hubiera visto besándonos a la diseñadora y a mi.
─Te extrañé.─la actriz volvió a abrazarme de lado, la miré fingiendo una sonrisa.─Cambié mis planes de última hora cuando llegué a México y bueno, no te avisé justo porque quería ver tu reacción mi amor.─suspiré agachando la cabeza.
─Vaya que me sorprendiste Sam.─respondí tomando su mano, empecé a acariciar la parte superior de dicha zona.─Pero yo creo que ya debemos irnos de regreso a la casa, todos ya están cansados y ebrios.─solté una risita nerviosa disimulando dicho nerviosismo.
Era increíble la forma en la que me sentía y lo rápido que había cambiado mi estado de ánimo en cuestión de segundos. Me sentía de cierta forma feliz por las disculpas de Daniela, me sentía feliz por tener a mis amigos, por estar en Cartagena y claro, no había mentido, me sentía feliz por tener a la chica que me había roto el corazón en mil pedazos frente a mi. Por más loco que se escuche todo lo anterior.
Y de cierta forma odiaba la forma en la que nuevamente me estaba haciendo sentir a pesar de todo, más que nada por la forma en la que me estaba tratando, más que nada por cómo estaba actuando conmigo, por esos detalles y esa forma tan extraña que tenía de meterse en mi vida que me encantaba.
Hoy la felicidad y la euforia por todo lo acumulado se había reflejado en mis instintos y deseos de querer besarla. Lo había hecho y me había fascinado lo que había sentido a la hora de volver a recordar cómo era besar a la chica de los labios más deseables que nunca antes había besado.
También me había provocado más confusión de la que ya sentía, me había provocado cierto sentimiento de culpa cuando Sam apareció pocos segundos después de aquello y esto era algo que tenía que hablar con mi novia porque ella no merecía nada de esto.
Porque si la quería y estaba de cierta forma enamorada, solo había un detalle.
El regreso de Daniela Calle a mi vida.
El regreso de la chica que me había abierto los ojos y el corazón para perder el miedo al amor.
Regresaron los chicos y cuando todos estuvimos de acuerdo en volver a la casa después de este maravilloso día, emprendimos camino a nuestro destino. Sebas fue el conductor, por lo que los demás nos fuimos en la parte trasera de la camioneta.
Calle y Samantha quedaron a mis costados haciendo el momento más incómodo.
Cuando llegamos algunos pasaron a la cocina a prepararse algo para cenar, mientras que yo pensaba en cómo íbamos a acomodarnos para dormir. Ahora éramos dos, no solo era yo quien podía dormir sola en el sofá de la habitación de Juancho y su novio.
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POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)
Hayran KurguImagina encontrar al amor de tu vida y que ese alguien ya haya encontrado al amor de su vida en alguien más que no eres tú. Una guerra de conflictos, intereses y malas decisiones que acabarán con la poca paciencia, tolerancia y "amor" de la pareja m...