POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)

Inauguración

POV Poché

Pasar a los días siguientes a la inauguración de los departamentos de mi mejor amigo y míos, fue una completa locura.

Miles de personas estaban interesadas en rentar los lugares disponibles, pero para eso necesitábamos algunos trámites que ya estábamos resolviendo. Incluso fue tanta la aceptación, que de la persona menos esperada recibí un mensaje de felicitación de las personas que menos esperaba.

Alejandra y Samantha.

De Alejandra me extrañaba más por lo sucedido con Calle en la boda de mi mejor amigo, creí que me odiaría, pero parecía que seguía teniendo algo de aprecio por mi, comparado con Sam quien seguía estando para mi en todo momento, aunque solo fuera como su amiga.

─¿Se me ve bien esto?─preguntó mi novia frente a mi modelando el tercer conjunto que se había puesto hoy. Estábamos en el departamento descansando después de un día sumamente cansado para ambas. Había acompañado a mi novia con Juli a tramitar un último papel de la constructora oficial pero como siempre los tramites del gobierno podían tardar una eternidad.

Mañana era el gran día para la familia Calle Soto, era la inauguración del legado de su madre.

Germán había llegado también a la casa que tenía con Mafer junto a los abuelos de mi novia quienes se sentían más que emocionados, pero al mismo tiempo ponían nerviosa a mi amor específicamente.

─Todo se te ve extremadamente sexy amor.─respondí mordiéndome el labio inferior.─Me encanta todo, aunque a decir verdad el conjunto de Tommy se ve espectacular.─completé analizando bien las otras dos prendas.

─Tommy será, gracias amor.─contestó sonriente dejando un pequeño beso en mi boca.─Estoy muy nerviosa.─se dejó caer con lo que traía puesto junto a mi en el sofá. Eso se veía lindo también, pero prefería lo otro.

─Lo sé y lo harás bien, yo sé lo que te digo.─dije dándole ánimos, sonrió al ver a Ramón durmiendo en su cama gigante y se pegó a mi cuello.─Todo saldrá más que perfecto.─asintió con la cabeza.

─Necesito relajarme, necesito un masaje o algo.─dijo dejando pequeños besos en mi cuello, ella quizás no creía que eso podía encenderme porque eran pequeños, pero eso me podía comenzar a calentar.

Realmente todo lo que proviniera de ella me calentaba.

─¿Quieres...? ¿O quieres literalmente relajarte?─pregunté confundida por lo que hacía, sonrió en mi cuello, subió hasta el lóbulo de mi oreja y jaló dicha piel de mi cuerpo.

─Quiero.─susurró con delicadeza sentándose en mis piernas. Me mordí aún más el labio inferior, amaba verla sobre mi.

Al día siguiente mi novia se levantó del mejor humor posible y yo de lo más nerviosa, esta vez ella me había transmitido sus nervios o literalmente le había absorbido esos nervios que ahora invadían mi cuerpo.

Mi novia había disfrutado de mi a su antojo al igual que yo disfrute de su cuerpo. Cada día me sentía más enamorada de ella, cada día la veía más perfecta, más mía.

Calle corrió lo más temprano posible después de una corta ducha y un desayuno que ella había preparado para ambas, estaba a punto de salir del departamento para comenzar con este día que estaba más que segura sería inolvidable para todos, pero más para ella y para mi.

─¿Por qué sigues en cucos amor?─me preguntó mi novia colocándose los pendientes.─Ya es tarde y ya nos vamos.─ya estaba bañada y semi-cambiada, me faltaban los pantalones, solo tenía una playera gigante cubriendo mi cuerpo.