Capítulo 2

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8 de Septiembre de 2012
Ciudad Nacional

Arias hojea el expediente y saco de un sobre de papel una serie de fotos.

-Éste es el hombre que atacó. Eche un buen vistazo a la foto, interna. No debe bajar sus defensas.

Se trata de un primer plano del rostro de un hombre brutalmente golpeado. La cuenca del ojo derecho está cubierta de sangre.

-Kara arrancó el micrófono del podio y golpeó con él a la víctima hasta dejarla sin sentido. El hombre terminó perdiendo el ojo. Creó que reconocerá el nombre de la víctima: Morgan Edge.

-¿Está de broma? ¿Edge? ¿El secretario de Estado?

-Esto sucedió hace casi once años, antes de que Edge fuera nombrado representante de las Naciones Unidas. En aquella época se representaba como candidato a senador. Hay quien dice que esta agresión probablemente lo ayudó a ser elegido para el cargo. Él y Zor-el estaban en el mismo programa, en Cambridge. Lo crea o no, de hecho ambos trabajaron juntos como colegas después de graduarse, explorando ruinas antiguas durante sus buenos cinco o seis años, antes de tener un enfrentamiento importante.

Resulta que fue Edge el que de hecho presentó a Zor-el como la persona encargada de pronunciar el discurso de apertura. Probablemente Edge dijo unas cuantas cosas que no debería haber dicho, lo cual ayudó a incitar a los presente. Zor-el sufría problemas de corazón. Cuando se murió de repente detrás del escenario, Kara se vengó. Hicieron falta seis policías para pararla. Está todo en el expediente.

-Parece más bien un estallido emocional aislado, provocado por...

-Una rabia así tarda años en acumularse, interna. Kara Zor-el era un volcán esperando a entrar en erupción. Lo que tenemos aquí es una hija única, educada por dos arqueólogos prominentes en algunas áreas más desoladas del mundo. Ella nunca fue al colegio ni tuvo la oportunidad de socializar con otros niños, todo lo cual contribuyó a dar lugar a un caso extremo de desorden de personalidad antisocial. Hasta es posible que Kara nunca haya salido con un chico. Todo lo que aprendió se lo enseñaron sus únicos compañeros, sus padres.

Arias le pasa el expediente.

-¿Qué le sucedió a la madre?

-Murió de cáncer de páncreas. Por alguna razón su muerte todavía la atormente; una o dos veces al mes despierta gritando. Sufre de tremendos terrores nocturnos.

-¿Qué edad tenía Kara cuando falleció su madre?

-Doce

-¿Tiene una idea de por qué su muerte la sigue traumatizando tanto?

-No. Kara se niega a hablar de ello.

...

-Como castigo por agresión, Kara pasó la mayor parte de los últimos diez años en solitario.

-Eso es muy malo ¿no cree?

-En el lugar que vengo yo, no lo es. Kara es mucho más inteligente que los hombres que contratamos. Lo mejor para todos, sin dudad, es mantenerla aislada.

-¿Se le permitirán actividades en grupo?

-Por el momento la respuesta es no.

-¿Tengo que preocuparme de que esta chica llegué a lastimarme?

-En nuestra profesión, interna, siempre hay que preocuparse.

-¿Se le permitirá alguna vez volver a entrar en sociedad?

-Nunca, Kara tiene miedo.

-¿Miedo de qué?

-De su propia esquizofrenia. Kara afirma que siente la presencia del mal, que este va haciéndose más fuerte, que va alimentándose del odio y la violencia de la sociedad. Esa clase de cosas la ponen furiosa.

-A mí también me ponen furiosa.

-No es lo mismo. Kara se vuelve como un animal.

-¿Está recibiendo medicación?

-Mmm, le damos Zyprexa dos veces al día. Consigue quitarle las ganas de pelea.

...

-Bueno, ¿y cuándo voy a conocerla?

-Ahora mismo.

Jess los conduce por el puesto central hasta un cristal de seguridad unidireccional que da a la sala de aislamiento.

Kara está sentada en el suelo, apoyada contra la pared blanca de fondo, de cara a la ventana. Va vestida con una blusa blanca y unos pantalones a juego; parece tener una forma física sorprendente, todo su cuerpo se ve bien definido, Es alta, casi uno setenta y cinco, y pesa cincuenta y nueve kilos. Tiene un hermoso cabello, largo y rubio dorado. Posee un rostro hermoso y angelical. Tiene una pequeña cicatriz en su frente. Sus ojos está fijos en el suelo.

-Es guapa.

-También lo era Tasya Teles. Estaré observándola desde aquí, estoy segura de que Kara se mostrará encantadora, deseará impresionarla. Cuando yo consideré suficiente, haré que entre la enfermera para darle medicación.

-De acuerdo- <relájate, maldita sea>

-¿Está nerviosa?

-No, sólo un poco emocionada.

Continuará...








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