El Fin del Mundo

Capítulo 4

~Por lo que se ve, se las ha arreglado para mantenerse en forma.

-Vivir en solitario permite eso, si una es lo bastante disciplinada. Todos los días hago mis flexiones y abdominales.- Lena se siente absorbida por sus ojos- Usted también tiene pinta de hacer ejercicio.

~Lo intento.

...

~Mis padres murieron cuando era pequeña. Me enviaron a vivir con mi primo. Ahora hablaremos de usted.

-Ha dicho su padre biológico. Le ha parecido importante señalar la diferencia. ¿Quién es el hombre al que usted considera su verdadero padre?

~Lionel Luthor. Su esposa y él me adoptaron. Cuando deje de vivir con mis primos pasé una temporada en un orfanato. Lilian y Lionel son unas personas maravillosas. Los dos son biólogos marinos. Manejan una estación SOSUS en la isla de Sanibel.

-¿SOSUS?

~Es un sistema de vigilancia sonica subacuática, una red de micrófonos submarinos. La Marina se sirvió de varios de esos sistemas durante la guerra fría para detectar submarinos enemigos. Los biólogos se apoderaron después del sistema y lo utilizan para escuchar vida en el mar. De hecho, es lo bastante sensible como para captar bancos de ballenas a cientos de miles de kilómetros.

-¿Por qué abandono a su primo? Debió ocurrirle algo traumático para ir a parar a un orfanato.

«Ésta es peor que Arias»

~Zor-el, si estoy aquí es para hablar de usted.

-Sí, pero puede que yo también haya tenido una infancia traumática. Puede que me sirva de ayuda.

~Lo dudo. Todo salió bien. Los Luthor me devolvieron mi infancia, y yo..

-Pero no su inocencia.

~Está bien, ahora que ya hemos establecido que posee usted una memoria sorprendente, veamos si es capaz de concentrar ese asombroso cociente intelectual en usted misma.

-¿Quiere decir, para que usted pueda ayudarme?

~Para que podamos ayudarnos una a la otra.

-Todavía no ha leído mi expediente, ¿verdad?

~No, todavía no.

-¿Sabe por qué la doctora Arias le ha asignado mi caso?

~¿Por qué no me lo dice usted?

Kara se mira las manos, pensando la respuesta.

-Hay un estudio por Rosenham ¿lo ha leído?

~No.

-¿Le importaría leerlo antes de nuestra próxima sesión? Estoy segura de que la doctora Arias debe tener una copia guardada en una de esas cajas de cartón que ella llama sistema de archivo.

Lena sonríe.

~Si es importante para usted, lo haré.

-Gracias. -Kara se inclina hacia delante-. Me gusta usted, Lena. ¿Sabe por qué me gusta?

~No.

Las bombillas fluorescentes bailan como la luna en sus ojos.

-Me gusta porque no tiene el cerebro institucionalizado. Sigue siendo fresca, y eso es importante para mí, porque de verdad deseo de confiarme de usted, pero no puedo, y menos en esta sala, con Arias mirando. Y además pienso que es posible que usted comprenda algunos de los malos tragos por los que he pasado. Por eso me gustaría hablar con usted de un montón de cosas, cosas muy importantes. ¿Cree que la próxima vez podremos conversar en privado? ¿Tal vez en el jardín?

~Se lo preguntaré a la doctora Arias.

-De paso recuérdele las normas del centro. Y pídale que le dé el diario de mi padre. Si usted va a ser mi terapeuta, opino que es de vital importancia que lo lea. ¿le importaría hacerme ese favor?

~Será un honor leerlo.

-Gracias. ¿Lo leerá pronto, quizá durante el fin de semana? Odio darle trabajo para casa, teniendo en cuenta que éste es su primer día y todo eso, pero es de vital importancia que lo lea enseguida.

En ese momento se abre la puerta y pasa la enfermera. El guardia espera fuera, vigilando la entrada.

-Es la hora de medicación, señorita Zor-el.

Continuará....