Capitulo 5

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-Kara, necesito irme. Ha sido agradable conocerte. Haré lo posible por venir el lunes con los deberes hechos, ¿de acuerdo?

 Se levanta con la intención de marcharse.

 Kara está con la vista en la píldora.

-Cautro Ahua, tres Kankin.  Usted sabe qué día es ése, ¿no es así, Lena?

<Oh, mierda.....>

-En fin... hasta pronto.

Lena pasa por delante del guardia y sale de la sala. Kara se coloca la píldora con sumo cuidado. Apura el vaso de agua y acto seguido lo arruga en la palma de la mano izquierda. Abre la boca para que la enfermera introduzca el depresor de lengua y la linterna de bolsillo a fin de verificar que se ha tragado la medicina.

-Gracias, señora Zor-el. Dentro de unos minutos el guardia lo acompañará de nuevo a su habitación. 

Kara se queda en el catre hasta que la enfermera ha cerrado la puerta. Entonces se pone de pie, regresa a la pared del fondo, de espaldas a la ventana, y con toda naturalidad recupera la píldora blanca del interior del vaso arrugado que sostiene en  la mano izquierda y la desliza hasta la palma. A continuación vuelve a adoptar la postura del loto en el suelo y arroja el vaso arrugado sobre la cama al tiempo que introduce la píldora blanca en el zapato. 

Se librara convenientemente del Zyprexa en el retrete, cuando regrese a su celda privada.

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