Príncipe Oscuro

Capítulo 13

Baños de niñas del primer piso [31 de octubre]

"Voy contigo." Daphne insistió, corriendo junto a Hadrian.

Hadrian la ignoró y abrió la enorme puerta de madera del baño. Se detuvo abruptamente en seco y su espalda se volvió rígidamente recta.

"Escúchame, Daphne. Vuelve cerca de la biblioteca. Espéranos allí". Susurró por la comisura de su boca.

"Pero yo quiero-" Empezó a protestar, pero sus protestas cesaron tan pronto como vislumbró una enorme mano verde embarrada.

"Daphne, vete. Ahora". Dijo Hadrian con los dientes apretados. Daphne tragó saliva y asintió. Ella le lanzó una mirada fugaz antes de darse la vuelta y salir corriendo en la otra dirección.

Al pasar junto a Draco, susurró con urgencia: "¡No hagas nada estúpido!"

Draco puso los ojos en blanco. Demasiado tarde para eso. Estaban arriesgando sus vidas para salvar a Destiny ya una sucia sangre sucia. ¿Cuánto más estúpidos podrían ser?

El grupo de chicos entró con cautela en el baño oscuramente iluminado. Las antorchas que iluminaban el baño parpadeaban peligrosamente y el suelo temblaba con cada pequeño movimiento del troll. Las paredes y los suelos eran de piedra dura y tan fríos como el hielo. La vidriera se había hecho añicos y la lluvia entraba en el baño.

Blaise tragó saliva nerviosamente y se ajustó el cuello. Su mirada viajó lentamente por los pies, hasta la cabeza grande y fea del troll. Dejó escapar un pequeño gemido. La mandíbula de Neville se abrió en estado de shock, y se quedó allí como un pez boquiabierto.

"¿Estás seguro de que es una buena idea? Podríamos llamar a los profesores". Sugirió Blaise, su voz un par de octavas más alta de lo habitual.

"Cállate." Hadrian siseó. "¡Hermione! ¿Destino?" Llamó suavemente.

"¿Un poco de ayuda aquí?" La voz de Hermione saltó desde el fondo de la habitación.

Hadrian estiró el cuello para poder ver más allá del troll. Hermione estaba parada frente al troll, con su varita ya desenvainada. Rápidamente buscó a tientas su propia varita en su túnica, y la sacó.

"¿Dónde está el destino?"

Hermione sin decir palabra señaló los lavabos. Hadrian siguió la dirección y vio a Destiny estrujada debajo de los fregaderos. Sus ojos estaban rojos y las lágrimas eran claramente visibles en sus mejillas.

"¡Fue una idea tan estúpida!" Draco gimió en voz alta. "Podríamos haber llamado a los profesores, pero no. Ahora estamos atrapados aquí luchando contra este gran idiota".

El troll se estremeció ante su voz y giró su cabeza grande y gruesa. Sus ojos se clavaron en los chicos, y dejó escapar un gemido fuerte y poco atractivo. De repente, balanceó el garrote gigante en su mano, por encima de su cabeza.

"Estúpido idiota- ¡CORRE!" Hadrian gritó mientras se zambullía. Justo cuando el club se vino abajo a través de todos los puestos verdes. De un solo golpe, todos fueron derribados a una pila de escombros y astillas de madera.