Capítulo 12

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Clase de vuelo [30 de octubre]

Los penetrantes ojos verdes se encontraron con los de color marrón chocolate. Los ojos verdes se endurecieron y parecieron enfatizar un mensaje. Un simple, pero mortal "Cuidado". Desafortunadamente, el de ojos marrones no entendió, y en su lugar le devolvió la mirada con la misma cantidad de animosidad.

El sonido estridente de un silbato hizo que el chico de ojos marrones se desviara y parpadeara. Su mirada nerviosa se disparó de nuevo al chico de ojos verdes frente a él, y se estremeció involuntariamente.

Desconocido para el chico de ojos marrones, el chico de aspecto majestuoso frente a él, al que estaba mirando con tanta hostilidad, era su propio hermano. Compartían la misma sangre, la misma madre, incluso parte de la misma carne.

Sin embargo, lamentablemente, ambos deseaban que el otro tuviera una muerte horrible.

Solo había pasado un mes, pero los dos niños se habían convertido en enemigos. Su rivalidad fue más allá de la típica rivalidad Slytherin vs. Gryffindor. Hadrian Riddle contra Alexander Potter. Uno de los chicos sabía poco sobre por qué esta rivalidad estaba llena de tanto odio. El otro sabía demasiado.

Cada pequeña tarea era una competencia. Cada victoria y derrota fue significativa. Las lecciones de vuelo brindaron una oportunidad clave para otra pequeña competencia, y ninguno de los dos dejaría la oportunidad.

"Ahora párate a la derecha de tu escoba, pon tu mano sobre ella y di 'Arriba'. La escoba debería dispararse hacia tus manos. Sigue intentándolo hasta que la tengas". Madame Hooch, la instructora, llamó. Ninguno de los dos escuchó sus instrucciones porque habían estado montando escobas desde siempre. En cambio, se miraron con resentimiento y un entendimiento mutuo silencioso pasó a través de ellos. Este fue otro concurso.

Cada uno sostuvo una mano sobre su escoba y ordenó: "Arriba".

La escoba se disparó hacia la mano del chico de ojos verdes. Lo evaluó con una mirada calculadora. Era una escoba vieja y probablemente no iría tan rápido como la escoba que tenía en casa. Las ramitas eran quebradizas y el mango tenía una buena cantidad de astillas. Obviamente, no había sido bien cuidado. Miró a su derecha y vio que su mejor amigo, Draco Malfoy, también miraba su escoba con escepticismo.

A su izquierda, Blaise Zabini ya tenía la escoba en sus manos, pero su atención estaba dirigida a otra parte. Blaise Zabini miraba a Ron Weasley, el compañero de Potter, con una sonrisa traviesa. Con un susurro inaudible y un movimiento rápido de su varita, Blaise Zabini le golpeó la nariz con el mango de la escoba de Weasley. El pelirrojo aulló de dolor y se agarró la nariz, la escoba en el olvido. Blaise se rió a carcajadas, pero rápidamente guardó su varita en su túnica.

Hadrian se volvió hacia Potter y vio que él también tenía su escoba lista.

"Ahora, una vez que tengas tu escoba, quiero que la montes. Agárrala con fuerza, no querrás que se deslice por el extremo. Cuando haga sonar mi silbato, quiero que cada uno de ustedes patee. del suelo, con fuerza. Mantén la escoba firme, flota por un momento e inclínate ligeramente hacia adelante, y luego vuelve a tocar el suelo. 3...2..."- Madame Hooch comenzó a decir,

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