Príncipe Oscuro

Capítulo 23

Dormitorio de Slytherin [2 de septiembre]

Daphne Greengrass se colocó una diadema de diamantes en la cabeza y se apartó el cabello de la cara. Sonrió con gracia a su reflejo y se alisó la falda. Las clases comenzarían en unas dos horas, pero los Slytherin siempre llegaban temprano.

Salió de su habitación, asegurándose de lanzar un complicado hechizo de bloqueo en su baúl. Más vale prevenir que lamentar. Bajó con cuidado los escalones de mármol hasta el primer piso. Ella ocultó una sonrisa a los pocos de primer año que ya estaban arriba, corriendo alrededor frenéticamente y comprobando tres veces sus corbatas y alisando las arrugas de sus uniformes.

Tocó a un niño de primer año en su hombro y le hizo una pregunta. Él la miró fijamente y se sonrojó, tartamudeando y señalando el pasillo. Daphne le sonrió y el chico se puso rojo brillante. Caminó hacia la dirección que él le había señalado y llamó a la única puerta cerrada. Cuando no escuchó respuesta, Daphne la abrió.

Ligeramente decepcionada con su hermana por no poner ningún tipo de hechizo de protección, Daphne asomó la cabeza por la puerta. La habitación estaba a oscuras y Daphne apenas podía distinguir un cuerpo abultado sobre las sábanas. Puso los ojos en blanco y lanzó lumos, iluminando toda la habitación. Se acercó a la cama y tiró de las sábanas de su hermana, dejando que el aire naturalmente frío de las mazmorras la despertara.

Después de un minuto, su hermana se movió y alcanzó las sábanas de color verde plateado, pero no encontró ninguna. Abrió un ojo y gimió, viendo a su hermana de pie impaciente al lado de su cama.

"¡Astoria!" Daphne exclamó: "¿Por qué no te has levantado todavía? ¡Tenemos que estar en el Gran Comedor en una hora! ¿No estabas prestando atención al discurso de Snape anoche?"

"Daph, déjame dormir cinco minutos más". Suplicó, enterrando la cabeza en la almohada.

"Ella no se levantará, ¿verdad?" Una voz gritó detrás de las hermanas. Daphne se dio la vuelta y se encontró con la vista de Ginerva Weasley apoyada contra el marco de la puerta. Rápidamente notó que a diferencia de su propia hermana, Ginny estaba completamente vestida. Su corbata era perfecta y su uniforme impecable. Ni un pelo fuera de lugar.

Dafne sonrió. "Hola Ginerva. Te ves muy bien hoy. ¿Estás emocionada por tus clases?"

Ginny le dirigió una mirada que mostraba exactamente lo extasiada que estaba. Se acercó para pararse junto a Daphne y miró a su mejor amiga.

"¿Ves, Astoria? Ginerva está lista". reprendió Daphne, mirando con desaprobación a su propia hermana. Astoria murmuró algo ininteligible y se alejó de ellos.

"No me hagas hechizarte." Advirtió Dafne. "Porque lo haré."

Astoria gimió y de mala gana se sentó en su cama, frotándose los ojos. "¿Te he dicho cuánto te odio?" Ella fulminó con la mirada, "Ambos". Agregó, viendo a Ginny parada al lado de su hermana. Ginny solo sonrió y sin decir palabra señaló a Astoria en dirección al baño.

Ella gruñó y torpemente agarró su uniforme antes de ir al baño para prepararse. Ginny se tiró en un sillón de la habitación y Daphne se apoyó en el poste de la cama sin hacer de Astoria.