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Capítulo 12.
-¿Por qué lo hizo? Su cabello era muy hermoso y-
-Vi un anuncio en una peluquería aquí al lado y pensé en donar mi cabello, así qué, pues, lo corte. Además ya estaba cansada de mi pelo largo y hace mucho calor en verano para tener el cabello largo. -interrumpí. Kakucho llevó su mano a las tijeras que seguían en mi mano con el cabello en mi otra mano. -Sera mejor poner esto en una bolsa. ¿Puedes ponerla tú, Yūko?
-Claro señorita. -cogió el cabello de mi mano y se fue de nuestra vista mientras que Kakucho soltaba un suspiro.
-No puedes hacer esto así. Podías haber dicho "me voy a cortar el cabello" o "voy a donar mi cabello a la peluquería de abajo". -me regañó Kakucho. Yo solo hice un puchero mientras él me giraba por los hombros. -Voy a alinear tu cabello.
-Bien... Oye, estuve pensando en meterte a una escuela. -el sonido de las tijeras paro después de haber dicho eso.
-¿En serio? Este es mi último año, al año que viene ya es opcional ir al instituto.
-Da igual. Tienes que tener la educación básica antes de hacerte adulto. Además, yo también tengo que seguir estudiando. -un breve silencio heló nuestras palabras. -Si no quieres, puedo contratar a alguien para que te dé clases.
-No, no hablaba de eso. Digo que va a ser algo inútil.
-¿Desde cuándo estudiar es inútil? Piensa en el futuro. Para conseguir un trabajo hoy en día se necesita tener un título de algo, si no, no te contratan. Además que te pueden engañar por tu falta de conocimiento. -me quedé en silencio, pensando en aquellas palabras que acabo de decir. -Perdona. Eso era lo que mis padres me decían para que estudiara de pequeña. No te quiero obligar a hacer algo que no quieres, solo reconsidera está oportunidad. -me levanté de mi sitio al escuchar que la tijera dejo de cortar cabello. -¡Ah! ¡Está hermoso! Gracias, gracias, gracias. -dije entre saltitos de emoción. Kakucho solo rió ante mi reacción.
-Nunca te he visto actuar de esa manera.
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-¿Podemos ir al parque?
-¿No tenías trabajo? -hice un puchero mientras volvía a mi oficina, pero fui detenida por Kakucho, que agarro mi muñeca. -Podría hacerte compañía..
